martes, 21 de marzo de 2023

Panel global de científicos publica su último veredicto sobre la crisis climática y cómo debemos responder

El Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático de Naciones Unidas ha publicado su Informe de Síntesis, la parte final de su sexto ciclo de evaluación, que confirma el vínculo entre la actividad humana y la crisis climática.

Hoy, el Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático de las Naciones Unidas ha publicado su Informe de Síntesis, la parte final de su Sexto Ciclo de Evaluación. El informe de síntesis ofrece una visión general del estado del conocimiento sobre el cambio climático, destacando los nuevos avances desde el anterior informe de síntesis de 2014. La Comisión Europea acoge con satisfacción el informe y reafirma su compromiso con una acción climática ambiciosa.

Nuestro planeta se está calentando

El informe confirma inequívocamente que las emisiones de gases de efecto invernadero de las actividades humanas han hecho que el clima sea significativamente más cálido, y esto ha llevado a cambios generalizados y rápidos en la atmósfera, el océano, la criosfera y la biosfera. En promedio, las temperaturas de la superficie global fueron 1.1°C más altas entre 2011 y 2020 que las temperaturas antes de la revolución industrial.

Las emisiones siguen aumentando

A pesar de las repetidas advertencias y de las medidas que se han tomado, las emisiones siguen aumentando. La última década evaluada en el informe (2010-2019) vio el mayor aumento de la historia en las emisiones globales de gases de efecto invernadero. Y en 2022, las emisiones globales de CO2 relacionadas con la energía alcanzaron su nivel más alto en la historia, según el último informe de la Agencia Internacional de Energía.

El cambio climático ya está teniendo un impacto

El cambio climático inducido por el hombre ya está teniendo un impacto significativo en los sistemas humanos y naturales. Los riesgos son mayores que los evaluados previamente y aumentarán con un mayor calentamiento.

Cada vez más personas mueren a causa del calor extremo y los incendios forestales queman más tierras. Los ciclones tropicales están causando más daños, el océano se está calentando y volviendo más ácido, y el nivel del mar sigue aumentando, y a un ritmo más rápido. Esto tiene un alto costo para los ecosistemas en tierra y en el mar. Por ejemplo, el calor extremo en Sudáfrica en 2020, cuando las temperaturas máximas superaron los 45°C, provocó eventos de mortalidad masiva que afectaron a 14 especies de aves y murciélagos. Australia registró varios eventos de mortalidad masiva de zorros voladores cuando las temperaturas superaron los 42°C. Mientras tanto, en Europa, los inviernos más cálidos han permitido que las poblaciones de escarabajos descortezadores crezcan rápidamente, causando enormes daños a los bosques de coníferas en gran parte de Europa central y oriental. Tal daño a los ecosistemas ya ha llevado a la extinción de ciertas especies.

Las soluciones existen pero los efectos persisten

El informe del IPCC confirma que el calentamiento global seguirá aumentando en el corto plazo. Es probable que el calentamiento global alcance 1.5°C por encima de los niveles preindustriales a principios de la década de 2030 y la gravedad del calentamiento después de eso dependerá de las emisiones en las próximas décadas.

La única forma de detener el calentamiento global y disminuir los impactos del cambio climático, junto con la pérdida de vidas y medios de vida asociados, y el daño a los ecosistemas y la biodiversidad, es reducir las emisiones globales de gases de efecto invernadero a cero neto. Sin embargo, en las próximas décadas muchas amenazas relacionadas con el clima serán inevitables debido tanto a las emisiones históricas como a las emisiones futuras proyectadas. Evitar los peores impactos depende tanto de nuestra capacidad para reducir las emisiones como de nuestros esfuerzos para aumentar la preparación y la resiliencia de nuestras sociedades, y para adaptarse al cambio climático.

Para reducir las emisiones, el informe destaca opciones de bajo costo, como impulsar la energía eólica y solar y mejorar el acceso al transporte público con bajas emisiones de carbono, que podría mejorarse dentro de una década, y destaca que la eficiencia energética y el desarrollo sostenible tienen sentido desde el punto de vista económico y deben ser priorizado. Una acción de mitigación temprana y ambiciosa no solo reduciría el riesgo de superar los 1.5°C, sino que también limitaría nuestra dependencia de las tecnologías de eliminación de carbono.

El informe también examina opciones de adaptación factibles y efectivas para reducir los riesgos relacionados con el cambio climático para la naturaleza y las personas. La más efectiva de estas soluciones requiere una transformación sistémica y profunda en la mayoría de los aspectos de la sociedad que va más allá de las respuestas incrementales. Por ejemplo, el riesgo de inundaciones puede reducirse mediante la restauración de humedales y bosques alrededor de los ríos. La seguridad alimentaria se puede mejorar mediante el desarrollo de cultivos que sean más resistentes a las inclemencias del tiempo y mediante la diversificación de las prácticas agrícolas y el uso de la tierra de una manera más sostenible.

¿Qué está haciendo la UE?

Aterrizando en medio de crisis geopolíticas y energéticas, el informe refuerza la necesidad de que Europa se vuelva climáticamente neutra y resistente al clima, para acelerar nuestra transición hacia la energía limpia y aumentar la eficiencia energética.

La UE está tomando medidas decisivas para reducir las emisiones netas en al menos un 55% para 2030 y lograr la neutralidad climática para 2050. El Pacto Verde Europeo es un paso clave hacia las transiciones ecológicas y socialmente justas que se necesitan para asegurar un futuro sostenible para todos.

Otra parte importante del Pacto Verde Europeo es la estrategia de adaptación de la UE, con la que pretendemos ser más resistentes al cambio climático de una manera más inteligente, rápida y sistémica. La UE está intensificando sus esfuerzos para mejorar la resiliencia y la preparación de la sociedad y la economía europeas ante el impacto del cambio climático, desarrollando herramientas de evaluación de riesgos, proyecciones y pruebas de resistencia más eficaces. Se han revisado las directrices para que los Estados miembros preparen sus estrategias nacionales a fin de elevar el estatus político de este trabajo, armonizar la acción y aprovechar mejor las sinergias. Además, la Comisión Europea está trabajando con la Agencia Europea de Medio Ambiente para llevar a cabo una Evaluación del Riesgo Climático Europeo. Esta evaluación se centrará en la intersección de la política y la ciencia, desarrollar una mejor comprensión de cómo las políticas e instrumentos de la UE pueden responder mejor al clima cambiante.

La estrategia de adaptación también exige una mayor acción internacional sobre la adaptación al cambio climático. Esto se hace eco del informe de síntesis del IPCC, que señala que las partes del mundo que históricamente han contribuido menos al cambio climático suelen ser las más vulnerables.

La UE y sus Estados miembros son el mayor contribuyente mundial de fondos para la acción climática internacional: proporcionan al menos un tercio de la financiación climática pública mundial. El objetivo global de movilizar USD 100 mil millones por año en financiamiento climático para 2020, establecido en 2009 en la ONU, aún no se ha alcanzado. Si bien ya contribuimos con nuestra parte justa, la UE está trabajando en estrecha colaboración con socios internacionales para lograrlo.

¿Qué es el IPCC?

El Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático es el organismo de las Naciones Unidas para evaluar la ciencia del cambio climático. Produce evaluaciones periódicas de la base científica del cambio climático, sus impactos y riesgos futuros, y las opciones de adaptación y mitigación.

Estos informes informan a los gobiernos en el desarrollo de políticas climáticas y guían las negociaciones internacionales sobre cambio climático de la ONU. Los informes se consideran la evaluación más autorizada de la ciencia del cambio climático, ya que reúnen a cientos de científicos como autores o revisores, y sus hallazgos se basan en la solidez de la evidencia y el acuerdo en toda la literatura científica disponible.

Contribución de la UE al IPCC

Este sexto ciclo de informes del IPCC incluye contribuciones de los tres grupos de trabajo del panel sobre ciencia física, mitigación del cambio climático e impactos, adaptación y vulnerabilidad, así como tres informes especiales: Calentamiento global de 1.5°C, sobre cambio climático y tierra, y sobre el océano y la criosfera en un clima cambiante.

La UE, a través de sus programas de investigación e innovación , se encuentra entre los principales financiadores de la ciencia que sustenta los informes del IPCC. El Séptimo Programa Marco y Horizonte 2020 han contribuido a más de 4500 publicaciones citadas en los informes del IPCC del Sexto Ciclo de Evaluación, procedentes de más de 1200 proyectos. Este es un resultado notable que refleja la calidad y relevancia de los proyectos que reciben apoyo de la UE.

La Comisión Europea participa en las deliberaciones del IPCC en la revisión de sus informes. Los científicos de la Comisión en el Centro Común de Investigación (JRC) participaron en las evaluaciones del IPCC como autores, además de contribuir al cuerpo de ciencia climática que evaluó el panel. Este intercambio de conocimientos enriquece el conjunto de conocimientos científicos que sustentan la política climática europea.

Fuente: EU Climate Action

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