martes, 4 de diciembre de 2018

Noticias sobre la COP24 Cumbre sobre Cambio Climático de Katowice (Polinia) 2018.

¿Quieres estar informado de todo lo que acontece la Cumbre sobre el Cambio Climático en Polonia?
Entra en la web http://www.un.org/es/climatechange/index.shtml


martes, 27 de noviembre de 2018

INFORME DE LA COMISIÓN AL PARLAMENTO EUROPEO Y AL CONSEJO relativo a la aplicación de la estrategia de adaptación al cambio climático de la UE.

Tres de cada cuatro ciudadanos europeos consideran que el cambio climático es un problema muy grave. Los cambios observados en el clima ya están teniendo amplios impactos en los ecosistemas, los sectores económicos y la salud y el bienestar humanos en Europa. Las pérdidas económicas totales registradas en Europa entre 1980 y 2016 como consecuencia de los fenómenos meteorológicos y de otros fenómenos extremos relacionados con el clima ascendieron a más de 436 000 millones EUR y se distribuyeron entre los Estados miembros de la siguiente manera:

Más Info: PDF INFORME DE LA COMISIÓN AL PARLAMENTO EUROPEO Y AL CONSEJO

Migraciones climáticas: una aproximación al panorama actual.

El cambio climático es ya hoy, según numerosos informes, una de las principales causas de migración en el mundo. Han transcurrido más de 40 años desde que se alzó la voz sobre la situación de aquellas personas que migran debido a la degradación ambiental y, sin embargo, varios asuntos importantes siguen sin resolverse en materia de migraciones climáticas; sigue sin existir una denominación internacionalmente aceptada, las cifras continúan sin estar claras y, a nivel jurídico, la situación permanece sin estar suficientemente contemplada.



Estas son algunas de las conclusiones que recoge el informe “Migraciones climáticas: una aproximación al panorama actual”, elaborado por Beatriz Felipe Pérez, investigadora asociada del Centro de Estudios de Derecho Ambiental de Tarragona (CEDAT) de la Universidad Rovira i Virgili (Tarragona), y validado por un Comité de Expertos integrado por representantes del mundo académico y de organizaciones sociales. Con este documento, ECODES da continuidad al trabajo desarrollado en esta materia en los últimos cuatro años.

Descarga el PDF en el siguiente Enlace

Próximos eventos de Pacto de Alcaldes Europa.: Presupuesto municipal ecológico, biogás para la transición energética, afrontar el estrés térmico ...

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CÓMO ALIVIAR LA POBREZA ENERGÉTICA A NIVEL LOCAL - Inspírate en las ciudades y regiones del Pacto de los Alcaldes.

¿Quieres conocer todas las mejores prácticas locales para combatir la pobreza energética?


- Como aliviar la pobreza energética a nivel local - Inspírate en las ciudades y regiones del Pacto de los Alcaldes - Energy poverty leaflet (es)

- Preparándonos para las inundaciones, las olas de calor y otros impactos del cambio climático - Adaptation Leaflet (es)

- EMPOWERING "Programa Transnacional de Intercambio de Conocimientos"

- Introducción a la pobreza energética - introduction energy poverty leaflet (es)

- ¿Cómo financiar las acciones locales en materia de energía y clima? Un poco de inspiración de la mano de las ciudades y regiones del Pacto de los Alcaldes - Financing Leaflet (es)

Descarga estos y otros folletos disponibles en español, inglés, francés, italiano y alemán a través de la web: Pacto de los Alcaldes para el Clima y la Energía.

+ Info en la web principal: PACTO DE LOS ALCALDES


"The battle against climate change cannot be won without cities, but cities cannot do it alone."

Reports have shown that countries’ current commitments are not sufficient enough to meet the Paris Agreement goals of keeping global warming to 2°C above pre-industrial levels.

 Now, the 1.5°C report by the Intergovernmental Panel on Climate Change (IPCC) has gone a step further, illustrating the devastating consequences for our world if we allow global warming to reach 2°C.

 And this is especially true for urban populations, which remain highly vulnerable to the impacts of climate change, from rising seas in coastal cities to devastating droughts in landlocked towns.
 The good news is that there is a path to 1.5°C — but if we want to make drastic transitions in sectors that greatly impact emissions, such as buildings, transportation and waste, cities are where those changes will be realized.

 Recognizing the important role of local governments in addressing today’s most pressing global challenges, including climate change, cities in Group of Twenty (G20) member states, hosted the U20 Mayors Summit in Buenos Aires in October. During the summit, I had the opportunity to participate in a panel discussion about how to localize the Paris Agreement and the role of multi-level collaboration in improving investments that support local climate ambition.

+Info: Global Covenant of Mayors for Climate and Energy

Adiós al manto blanco del Pirineo

Según el estudio realizado por el Observatorio Pirenaico de Cambio Climático, la nieve que cubre los Pirineos desaparecerá a medida que avanzamos hacia 2050.

Los cambios en el Pirineo están sucediendo con mayor rapidez de la prevista, por lo que el Observatorio Pirenaico de Cambio Climático (OPCC) ha querido plasmar en su estudio las principales afecciones sobre las que hay que tomar conciencia y decisiones de forma inmediata.

Entre 1949 y 2010 la temperatura media en los Pirineos ha experimentado un claro aumento. Aunque este calentamiento no ha sido regular, ya que hasta 1980 las temperaturas tendían al descenso y fue a partir de entonces cuando comenzaron a alzarse, hasta la fecha. A lo largo de los últimos 50 años, el incremento de la temperatura ha quedado reflejado en toda la cordillera pirenaica, a lo que se suma un descenso del volumen anual de precipitaciones.



El Pirineo se enfrenta a un incremento de 1,2 grados centígrados, un 30% mayor a la media mundial, que desde 1950 ha aumentado 0,85 grados. La evolución del manto blanco que envuelve los Pirineos confirma un descenso estadísticamente significativo del volumen de nieve en la vertiente sur, desde los años 50 hasta la actualidad.

El futuro del Pirineo se verá especialmente afectado por la intensificación del calentamiento global durante las próximas décadas, lo que podría suponer la intensificación de la variabilidad climática afectando a las características climáticas, hidrológicas, ambientales y paisajísticas de la bioregión pirenaica. 

La primera aproximación probabilística de predicción de clima futuro se resume en que se espera un aumento de las temperaturas máximas y mínimas diarias, en todas las estaciones y en toda la zona pirenaica. En relación a un futuro próximo, en 2030, el aumento de la temperatura máxima media anual, respecto al período entre 1961 y 1990, podría llegar entre 1 ºC  y 2.7 ºC en toda la zona pirenaica.
Finalmente, como consecuencia al calentamiento de la zona montañosa pirenaica, la evolución del espesor medio de la nieve apunta a un descenso significativo a pesar de la fuerte variabilidad interanual.

Por lo que en el Pirineo Central (a más de 1.800 m de altura), el espesor medio de la nieve podría disminuir a la mitad en el año 2050, a la vez que la permanencia de la nieve en el suelo podría reducirse en más de un mes.

+ INFO:  Informe OPCC: "El cambio climático en los Pirineos: impactos, vulnerabilidades y adaptación"

jueves, 20 de septiembre de 2018

Una exposición enseña en qué consiste el proyecto Life Sarmiento


El edificio Don Pepe Marsilla acoge estos días una exposición formado por dípticos de gran tamaño explicando el Programa Life y, en concreto, el proyecto Life Sarmiento en el que participa como socio la Cooperativa Virgen del Rosario de Bullas.    





    El proyecto Life Sarmiento, que comenzó en septiembre de 2016, contribuye a mitigar el cambio climático mediante la incorporación de nuevas prácticas que reduzcan las emisiones producidas por la quema de las podas, consiguiendo al mismo tiempo mejorar la calidad del suelo. La solución propuesta se basa en la transformación de los restos de podas en un sustrato para ser usado como abono con características biopesticidas y fertilizantes mediante un proceso de compostaje.

  El área de actuación es la zona de producción agrupada en la Cooperativa Virgen de El Rosario, bajo el distintivo de la Denominación de Origen Protegida Bullas. El sistema de gestión para evitar las quemas consiste en: recogida colectiva de las podas, picado en puntos de acopio, transporte a un área de transformación, en este caso, en la bodega, desarrollo de un proceso de compostaje, en el que se añade agua y microorganismos beneficiosos, incorporación del compost producido en los viñedos y poducción de sustrato para huertos urbanos y viveros.

  Otro de los objetivos del proyecto es la replicación y transferencia del sistema de gestión propuesto en otras áreas fuera de la cooperativa.

  En el proyecto también están asociados las entidades Microgaia, líder y Responsable técnico de la implementación y el seguimiento del nuevo sistema de gestión y de la estrategia de replicación, y EuroVértice, Responsable de las actividades de comunicación y del seguimiento del proyecto, además del apoyo a la gestión del proyecto y evaluación de resultados. El proyecto está financiado por el Programa LIFE de la Unión Europea, que aporta el 60% de los gastos. 

Folleto:



martes, 7 de agosto de 2018

¿Es el cambio climático la causa de los incendios en Europa?

En Grecia, los incendios llegaron rápido y con fuerza, arrasando localidades a tal velocidad que los residentes quedaron atrapados en nubes de humo. Algunas personas huyeron al océano, lanzándose al agua para salvarse de las llamas. Otras intentaron refugiarse en edificios o coches. Pero los incendios, que causaron estragos en varias localidades a las afueras de Atenas, se han cobrado 91 vidas, convirtiendo esta temporada de incendios forestales en la más letal en Europa desde 1900.

En Suecia, más de 80 incendios a lo largo de 260 kilómetros cuadrados se han expandido por los densos bosques septentrionales, que suelen ser húmedos. Finlandia y Letonia también luchan contra las llamas.


En Europa se producen incendios cada verano, sobre todo en el Mediterráneo. De media, arden cada año 3.900 kilómetros cuadrados de la Unión Europea. Pero los incendios del año pasado quemaron casi el triple de esa cantidad, matando a 66 personas en Portugal y España y excediendo las capacidades y los presupuestos de extinción de incendios en todo el continente. «En 2018, observamos una expansión de las zonas en riesgo, con incendios que ocurren en países donde los incendios forestales no eran tan habituales en el pasado», afirma Edward McCafferty, portavoz del Centro Común de Investigación europeo.

Estos incendios en el continente tienen algo en común: era más probable que ocurrieran y que ardieran de forma más destructiva debido al cambio climático antropogénico. Aunque los científicos no pueden atribuir ningún incendio individual exclusivamente al cambio climático, sí pueden afirmar que las condiciones de calentamiento de la Tierra —y las formas en que afecta el calentamiento generando un condiciones meteorológicas más extremas, un crecimiento más rápido, plantas más inflamables y más tormentas eléctricas— crean las condiciones idóneas para que se produzcan más incendios y que estos sean más destructivos.

La historia del fuego

El fuego es a la vez muy simple e increíblemente complejo, con orígenes que se remontan a hace cientos de millones de años. Un incendio solo precisa tres elementos: algo que quemar, oxígeno para alimentar la combustión y una chispa para encenderlo.

Durante los primeros miles de millones de años de la historia de la Tierra, no había fuego. Las descargas de relámpagos y las partículas volcánicas fundidas (por ejemplo, las chispas) se arrojaban al aire. Pero esta atmósfera terrestre primitiva, llena de metano y amoníaco (y más adelante, de dióxido de carbono) y privada de oxígeno gaseoso, sofocaba cualquier «protollama». Y hasta hace unos cuantos cientos de millones de años, no había nada que quemar.

Pero una vez evolucionaron las primeras plantas y otros fotosintetizadores primitivos, transformaron la atmósfera, convirtiendo el dióxido de carbono en oxígeno. Como resultado, hace unos 500 millones de años, el segundo ingrediente del fuego estaba preparado. El tercer ingrediente llegó unos 30 millones de años después, cuando las plantas salieron del océano y empezaron a conquistar la superficie terrestre. No mucho después, la Tierra vivió sus primeros incendios.

Desde entonces, el fuego ha arrasado la Tierra en numerosas ocasiones. Pese a la destrucción que provoca, los ecosistemas del planeta han evolucionado para tolerarlo y, en algunos casos, necesitan el fuego para renovar nutrientes.

Pero la frecuencia, la intensidad y el alcance de dichos incendios han cambiado drásticamente. Dichos cambios han estado muy vinculados a los cambios climáticos pasados. Cuando el planeta se calienta —secando aún más las partes ya secas del planeta—, los incendios se vuelven más frecuentes y queman más superficie.



«Cuando observas el aumento de la frecuencia de los incendios en el pasado, siempre hay pruebas que te dicen que hay un clima más seco», afirma Graciela Gil-Romera, paleoecóloga de la Universidad de Aberystwyth, en Gales, que estudia la historia del fuego. «Siempre está relacionado con el aumento de la actividad del fuego».

Más tormentas eléctricas

A lo largo de los últimos 400 millones de años, las concentraciones de oxígeno han permanecido lo bastante altas como para alimentar el fuego. De forma que los otros ingredientes —la cantidad de material que quemar y el número de formas de encenderlo— son los controles principales de los incendios modernos.

Esas chispas parecen ir en aumento. Los humanos están causando más incendios, tanto de forma intencionada como involuntaria, pero se espera un aumento de los rayos conforme el clima se calienta. El aire más cálido y turbulento provoca más tormentas eléctricas, lo que a su vez genera más rayos. Un estudio reciente determinó que la frecuencia de los incendios inducidos por rayos estaba aumentando en las partes septentrionales del continente americano, aumentando de media entre un dos y un cinco por ciento cada año desde 1975.

La gran sequía

Pero el mayor efecto sobre la forma, el lugar y la intensidad del fuego es la cantidad de material inflamable. Por eso Juli Pausas, ecóloga especializada en fuego en la Universidad de Valencia, ha añadido un cuarto ingrediente a la receta de los incendios: la estación seca.

«La sequía es fundamental para predecir si se producirán incendios», afirma Marco Turco, científico climático de la Universidad de Barcelona que trabaja para desarrollar una herramienta que prediga dónde y cuándo se podrían producir incendios en los meses siguientes. En su opinión, el clima es el ingrediente más importante, ya que influye en la inflamabilidad, el tipo y la disponibilidad del material combustible.

Los peores años en cuestión de incendios suelen producirse durante extremos estacionales, cuando una estación húmeda que fomenta el crecimiento vegetal va seguida de una estación de sequía extrema que absorbe el agua de las plantas y el suelo.
Estas condiciones son precisamente las que provocaron los incendios en el norte de Europa este año. Un invierno húmedo alimentó a las plantas de todo el continente y, a continuación, llegó el calor. Una ola de calor histórica —que, según los científicos, tenía casi el doble de probabilidades de ocurrir debido al cambio climático antropogénico— afectó al continente.

Bill DeGroot, científico del Servicio Forestal canadiense, explica que la «temporada» de incendios se ha extendido en las últimas décadas por muchas zonas del mundo, sobre todo porque las temperaturas más cálidas secan las plantas con más intensidad y más temprano cada año. En los Estados Unidos occidentales, el periodo entre el primer y el último incendio del aumentó unos 80 días desde 1980. En Canadá, donde trabaja, ese periodo dura casi un mes más.

«Un régimen de incendios es algo que cambia todo el tiempo», afirma DeGroot. «Pero este cambio, con el cambio climático, va a sufrir una modificación muy importante en un periodo de tiempo relativamente corto. El bosque va a tener un aspecto diferente en el futuro».

El cambio climático acelera este proceso, a medida que los lugares secos tienden a volverse más secos. Cuando el Centro Común de Investigación analizó los modelos de probabilidad de incendios presente y futura en toda Europa, descubrió que las partes de Europa que ya son secas, como España, Grecia y Turquía, se secarán más y serán más susceptibles a los incendios. Cada año, ya arden en toda Europa una media de 9.000 kilómetros cuadrados. Para finales de siglo, esa cifra podría duplicarse.

En los Estados Unidos occidentales, el cambio climático ha calentado y secado las plantas que cubren montañas, valles y llanuras. Según Park Williams, científico que estudia la relación entre el cambio climático y los incendios en la Universidad de Columbia, esta sequía adicional duplicó la probabilidad de incendios en la zona de los Estados Unidos occidentales, más de lo que se esperaría sin cambio climático.

«El fuego cambia ante nuestros propios ojos», afirma Williams.

La sinuosa corriente en chorro

El cambio climático influye de otra forma en el número y la frecuencia de los incendios, y tiene que ver con la corriente en chorro, el flujo atmosférico que transporta fenómenos meteorológicos de oeste a este.

La forma de la corriente en chorro y la velocidad a la que viajan las condiciones meteorológicas a través de ella son factores controlados por la diferencia de temperatura entre el Ártico y el ecuador. Cuando la diferencia de temperatura es pequeña, los patrones meteorológicos se desplazan más lentamente. Pero el cambio climático hace que el Ártico se caliente rápidamente, disminuyendo la diferencia de temperatura. Como resultado, los fenómenos meteorológicos del hemisferio norte permanecen en su lugar durante más tiempo. Cuando es un tiempo húmedo, permanece húmedo, alimentando y fomentando el crecimiento de la vegetación. Y cuando hace calor, sigue haciendo calor, absorbiendo cada vez más humedad de esas plantas.

La ola de calor que afectó a Europa este verano es un buen ejemplo de esta dinámica, según explica Valerie Trouet, de la Universidad de Arizona. «Los incendios de Suecia, diría yo, están directamente vinculados a la ola de calor y la sequía simultánea», afirma.

La corriente en chorro se mueve al norte y al sur constantemente, pero sus movimientos se han vuelto más extremos. Trouet y sus colegas analizaron un registro de 300 años de la posición de la corriente en chorro sobre Europa y descubrieron que en las tres últimas décadas, desde que el planeta empezó a calentarse por culpa de los humanos, la corriente en chorro tendía a quedarse más cerca de uno de sus extremos. O está muy al sur, haciendo que el gélido aire ártico sople sobre Europa, o, como ocurre ahora, está muy al norte, dejando que el aire del sur ascienda hasta el norte de Europa. Y con más olas de calor y sequías, vienen más incendios.

Este artículo se publicó originalmente en inglés en nationalgeographic.com.
Puedes ver más información de esta noticia a través del la web: https://goo.gl/ByRtSR

miércoles, 27 de junio de 2018

Bullas participa en el proyecto 'La Educación global empieza en tu pueblo'


El Ayuntamiento de Bullas participó el pasado mes en unas jornadas celebradas en Cehegín para conocer más sobre el proyecto europeo ‘La educación global empieza en tu pueblo’. El Concejal de Medio Ambiente, Juan Valera, un técnico de la Oficina de Gestión Juvenil, dos representantes de la empresa Naturaventura El Romero y un representante de la Asociación Aquabul asistieron a estar jornadas de formación.

  La iniciativa, que ha sido financiada por el programa Europe Aid de la Comisión Europea y en el que están involucradas 30 localidades de distintos países europeos, está siendo promovida por la Comunidad Autónoma, la Asociación Cazalla Intercultural y, aquí, en la Comarca del Noroeste por 'Casa Europa'.


   
El proyecto nace para que jóvenes de entre 14 y 30 años, sean conscientes y fomenten su compromiso en los problemas del desarrollo global, adopten medidas para poner fin a la pobreza, proteger el planeta y garantizar la paz y prosperidad en el mundo. Siendo estos los principales objetivos: ciudades sostenibles, consumo responsable e igualdad. 

    Durante las jornadas, se realizaron charlas y talleres para planificar y llevar a cabo el trabajo entre las localidades de Bullas, Cehegín y Calaparra, de forma conjunta, que desarrollarán entre septiembre y octubre con la temática del proyecto en el que emplearán metodologías basadas en principios de educación no formal y centradas en los participantes, orientadas al diálogo y las prácticas. Además, en noviembre se realizará una acción que englobará a más de 100 personas en estos municipios. 

Bullas continúa con la publicación de cartelería informativa para que los jóvenes que están interesados puedan inscribirse en el proyecto y puedan tener la oportunidad de participar en los talleres así como viajes o escuelas de verano o invierno.





  • Título: Global education goes local (Educación global empieza en tu pueblo)
  • Financia: Europe Aid
  • Fechas del proyecto: Noviembre 2017 – Octubre 2020
  • Duración: 3 años
  • Lugar de celebración: 5 pequeñas localidades de Murcia

Más información: https://goo.gl/yZpjgN


martes, 26 de junio de 2018

La acidez del océano aumenta: ¿qué significa?

Debido a las emisiones de carbono, el océano está cambiando, lo que pone en riesgo a un sinfín de organismos marinos. Estos son los científicos a la vanguardia de la investigación.

Grace Saba recupera el equilibrio en la popa de un barco que se mece lentamente mientras su tripulación y ella dejan caer un torpedo amarillo de 1,8 metros al mar. Vitorean cuando el dispositivo sale a la superficie, enciende su señal electrónica y empieza un viaje de tres semanas por la costa de Nueva Jersey.

«Hemos tardado siete años en hacer esto», afirmó Saba, que lleva trabajando en el experimento desde 2011. «Soy tan feliz que creo que voy a llorar».

Saba es profesora adjunta de ecología marina en la Universidad de Rutgers, donde estudia cómo los peces, las almejas y otras criaturas reaccionan ante el aumento de los niveles de acidez del océano. La acidificación es una consecuencia del cambio climático; un experimento lento pero exorable en el que las emisiones de dióxido de carbono industriales a la atmósfera se absorben y a continuación sufren reacciones químicas en el mar. El aumento de la acidez del océano ya ha blanqueado los arrecifes de coral de Florida y matado a las valiosas ostras del Pacífico noroeste.

Ahora, científicos como Saba quieren saber qué les ocurrirá a los animales que viven en el noroeste de los Estados Unidos, región que alberga peces de gran importancia comercial, caladeros salvajes de almeja americana, vieiras y almejas blancas que no pueden salir de las aguas cada vez más ácidas.

«Están atrapadas allí», afirmó Saba.

El instrumento parecido a un torpedo es en realidad un dron subacuático, conocido como planeador Slocum, que transporta un sensor de acidez oceánica. Esta es la primera ocasión en la que los oceanógrafos han unido ambas tecnologías —un planeador y un sensor de pH— para hacerse una idea de los cambios en curso en los caladeros de gran importancia comercial de los Estados Unidos nororientales.

El planeador viajará 209 kilómetros desde Atlantic City hasta el límite de la plataforma continental sumergida, y volverá. Completará una serie de inmersiones al fondo del océano, tomando muestras de la temperatura, salinidad y pH del agua mientras navega. El planeador aportará datos sobre la composición química cambiante del agua, más rápidamente que las pruebas llevadas a cabo cada cuatro años en buques oceanográficos.
El aumento de la acidez

Saba y Liza Wright-Fairbanks, graduada de Rutgers, esperan comparar las mediciones de pH oceánico con las de las zonas donde desovan los peces costeros. Las larvas y los peces en fase de desarrollo son los organismos más vulnerables al aumento de la acidez.

«No tenemos mucha información sobre el pH en toda la columna de agua, sobre todo en la Costa Este y en los caladeros comerciales de aquí», afirmó Wright-Fairbanks. «Dan mucho dinero al país, pero si los moluscos no pueden sobrevivir, tampoco podrán los pescadores».

Según los científicos, el nivel de pH de los mares del mundo ya ha descendido, de media, de 8,2 a 8,1 en la escala de pH (los números más bajos implican mayor acidez). Es un descenso de un 26 por ciento durante el siglo pasado (ya que la escala del pH es logarítmica). Pero conforme el océano absorbe más emisiones industriales de dióxido de carbono, se espera que su pH alcance las 7,7 unidades de pH para finales de siglo, según Aleck Wang, profesor de química marina en la Woods Hole Oceanographic Institution.

El resultado es que, para 2100, «vamos a empezar a ver cómo se disuelven las conchas de carbonato cálcico», afirmó Wang. «No queda tanto tiempo». Si matan a estos organismos con concha fundamentales como los corales, las ostras y muchas especies de plancton, las aguas ácidas podrían cambiar drásticamente la cadena trófica oceánica.

Los pescadores del golfo de Maine ya están observando cambios estacionales en la acidez del océano que algún día podrían amenazar una industria de marisqueo por valor de más de 518 millones de euros para la economía de Maine. Más al sur, en la región del Atlántico Medio, a los marisqueros también les preocupa su futuro.

«Todos tratamos de averiguar el camino correcto a seguir», afirmó A.J. Erskine, dueño de un criadero de ostras comercial en el río Potomac, Virginia. «No sé si existe una solución, pero cuantos más datos tengamos, más sabremos. Si no conocemos el pH, ¿cómo podremos abordar este problema?».

Erskine forma parte de un grupo de pescadores, científicos y gestores pesqueros estatales conocido como Mid-Atlantic Coastal Acidification Network que presiona para que se investigue y se preste más atención a este problema. Recientemente, científicos de la Universidad de Delaware y de la NOAA desplegaron la primera boya permanente que medirá los niveles de dióxido de carbono en la bahía de Chesapeake, el mayor estuario del este de los Estados Unidos. La boya amarrada ayudará a los investigadores a averiguar si la bahía puede soportar más CO2 de la atmósfera al mismo tiempo que se enfrenta a la contaminación antropogénica procedente de las granjas y fábricas circundantes.

En otro intento de estudiar la acidificación, investigadores de la NOAA han lanzado en superficie drones a vela de 7 metros de largo en el Pacífico y el Ártico para recopilar datos de viento, temperatura y acidez. Esperan poder usar los drones a vela móviles para remplazar las envejecidas boyas en superficie que están ancladas al lecho marino.
Mientras algunos científicos tratan de desarrollar corales que sean más resistentes a las aguas ácidas, Erskine dice que una posible solución podría consistir en encontrar ostras, almejas y otros peces que también sean resistentes.

«Para hacerlo, habría que manipular los tanques en los criaderos», afirmó Erskine. Claro que eso solo funciona en especies de acuicultura. «Es más difícil si hablamos de la bahía de Chesapeake o el golfo de Maine».
Apuestas de futuro

De vuelta en el barco, Saba, Wright-Fairbanks y el profesor investigador de Rugers Travis Miles pasan la mañana en el mar probando el planeador Slocum. Quieren asegurarse de que su instrumental funcione a la perfección antes de ponerlo en piloto automático y encomendarle su misión medioambiental. Por turnos, cada uno tira por la borda una botella gris de plástico para muestras atada a una cuerda, dispositivo conocido como CTD (Conductivity Temperature Depth). Estas mediciones a la antigua de la calidad del agua se comparan con las lecturas del sensor del planeador.

Tras haber desplegado el planeador, el barco tripulado de 14 metros regresa a un puerto cerca del casino Golden Nugget en Atlantic City. Wright-Fairbanks acaba de empezar su doctorado en Rutgers y este experimento sobre la acidez del océano se incluirá en sus estudios de tesis durante los próximos años.

Recuerda cómo le picó el bichito de la ciencia estando todavía en el colegio. Durante un campamento de ciencias en verano en las Bahamas, Wright-Fairbanks llevó a cabo un experimento que consistía en dar a unos peces la opción de nadar en un tanque con agua ácida o nadar en otro con un tiburón hambriento.

«La mayoría optaba por el tiburón», afirmó Wright-Fairbanks.

Para estos científicos, está claro que los océanos del mundo están cambiando debido al aumento de las temperaturas y de la acidez. Su trabajo podría ayudar a responder a las preguntas de qué especies sobrevivirán, cuáles migrarán a otros hábitats más adecuados y cuáles acabarán siendo un recuerdo distante.

FUENTE: https://goo.gl/dU7WnD

viernes, 22 de junio de 2018

Bullas es el primer municipio murciano de menos de 70.000 habitantes en redactar un Plan de Movilidad Urbana Sostenible

Esta semana la Alcaldesa de Bullas, María Dolores Muñoz, ha rubricado con su firma el contrato para seis meses con la empresa Ecoproyecta, encargada de crear un Plan de Movilidad Urbana Sostenible (PMUS) para el municipio.

  Esta empresa trabajará conjuntamente con el Grupo de Estudios y Alternativas 21 (Gea21) en la elaboración de dicho Plan para organizar de manera eficiente los distintos modos de transporte que se generan dentro de la localidad, fomentando aquellos más respetuosos con el medio ambiente (a pie, en bici, transporte público) y racionalizando el uso del transporte motorizado, especialmente el del coche.

  El PMUS, que asciende a un presupuesto superior a los 18.500 euros, será elaborado codo con codo con la ciudadanía, mediante un cuidado proceso de participación, que como fin último busca cumplir con los compromisos adquiridos por la Unión Europea y el Estado español en el Protocolo de Kioto para luchar contra el Cambio Climático.



  En este sentido, la primera Edil invita "a los bulleros y bulleras participar desde su inicio en la redacción de este documento transversal aportando sus visiones y experiencia" añadiendo que "el objetivo principal es planificar una movilidad más eficiente y hacer de Bullas un pueblo más atractivo para vivir y hacer turismo y, en definitiva, con una mayor calidad de vida".

  De esta manera, el Ayuntamiento de Bullas se convierte en el cuarto de la Región, tras los ayuntamientos de Murcia, Molina de Segura y Lorca, en abordar un Plan de estas características. 

  Además, la futura aprobación del PMUS en el Pleno permitirá al municipio optar a "subvenciones a proyectos singulares de entidades locales que favorezcan el paso a una economía baja en carbono, en el marco del Programa Operativo FEDER de crecimiento sostenible 2014-2020" designadas por el IDAE, Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía, señalan desde el Consistorio bullero.

miércoles, 13 de junio de 2018

¿Todavía dudas del cambio climático?

Las pruebas de que la Tierra ha entrado en una nueva Era, el 'Antropoceno', a causa de la actividad humana son "abrumadoras", según la comunidad científica. Te mostramos sus efectos más nocivos en cinco claves.

Entra en la Web: RTVE

jueves, 31 de mayo de 2018

Por un futuro con menos impacto medioambiental

Hay empresas que ya están desarrollando políticas medioambientales para proteger a los ciudadanos.


Dos de los principales gases contaminantes que propician el calentamiento global son el NOx (óxido de nitrógeno) y el CO2 (dióxido de carbono). Los ciudadanos perciben las consecuencias de este impacto medioambiental muy de cerca, con restricciones en la circulación de vehículos en ciudades como Madrid o Barcelona o la frecuencia de sequías y lluvias torrenciales asociadas al cambio climático. No solo los ciudadanos son los que están concienciándose con estas iniciativas, las empresas también lo están haciendo.


Por ello, empresas como Correos lleva años trabajando en disminuir su impacto en el entorno en el que desarrolla su actividad y prestar el servicio de manera respetuosa con el medio ambiente. Por este motivo, están llevando a cabo medidas de eficiencia energética y cuentan con la colaboración e implicación de todos los empleados para disminuir los consumos, realizan los procesos de manera eficiente y apoyarse en las nuevas tecnologías. Miden y controlan sus emisiones de gases de efecto invernadero y ofertan a los clientes productos que contribuyen a limitar el impacto en el medio ambiente.

La compañía postal y de paquetería, se encuentra ante un gran reto medioambiental, por ello, ha ido aumentando progresivamente su flota de vehículos eléctricos, ha probado nuevos combustibles como alternativas al diésel, ha optimizado las rutas reduciendo los kilómetros a recorrer.

En la transición hacia un transporte más sostenible, hay que reconocer que el recorrido que menor impacto genera, es el que no se realiza. Pero compañías como Correos, que trabajan de ello, buscan otras alternativas en su compromiso con el medio ambiente para que su transporte genere el mínimo impacto.

Los kilómetros que cada día hacen los carteros a pie son unas de las medidas que ayuda a frenar el impacto, sumado a la introducción de nuevas tecnologías de transporte alternativas y cursos de conducción eficiente y segura.

Este año, y coincidiendo con la semana europea de la movilidad, ha lanzado una encuesta de hábitos de transporte y ha promovido el uso del vehículo compartido. Además, para el 2018 también tiene previsto avanzar en la optimización de las rutas de reparto con sistemas de información geográfica que posibilitan acortar distancias planificándolas.

La hoja de ruta de la compañía tiende hacia un modelo de movilidad que sea sostenible en el tiempo, es decir, económicamente viable, respetuoso con el ambiente y vigilante de los cambios para mejorar la calidad del aire, evitar el impacto del calentamiento global y, por último, sin olvidar la actividad económica de la empresa, garantizar la adecuada prestación de los servicios postales y de paquetería en los escenarios de restricción a los que se enfrentan.



+ Info: La Opinion de Murcia.

Más energía para más gente con menos emisiones

En los próximos años, la oferta energética mundial seguirá siendo dominada por los combustibles fósiles, aunque se prevé más eficiente y sostenible.

La población se está multiplicando a un ritmo sin precedentes. Gigantes como China e India lideran ya un sólido crecimiento de las clases medias y del PIB mundial, lo que tendrá un importante efecto en la demanda de energía a nivel mundial y redibujará el mapa energético. La clave para un futuro sostenible es dar respuesta a esta necesidad y conseguir el equilibrio entre la reducción de las emisiones de dióxido de carbono y el fomento del crecimiento económico. ¿Es posible?


El informe Cepsa Energy Outllok 2030 analiza el impacto que la búsqueda de este equilibrio tendrá en la energía, especialmente a la luz del acuerdo de París sobre el cambio climático (COP21). Aunque las previsiones de la compañía apuntan a que "los compromisos del acuerdo no serán suficientes para mantener el calentamiento global muy por debajo de 2? C sobre los niveles preindustriales" para 2030, como acordaron las naciones involucradas, en los próximos años sí se vislumbran unas tendencias sin vuelta atrás que transformarán el sistema energético mundial.
Tecnología = consumo energético inteligente


Las nuevas tecnologías como el Big Data o el Internet de las Cosas acelerarán el cambio a través de nuevas formas de ahorrar energía, aumentar la productividad e incluso revolucionar la manera de hacer negocios. Los avances tecnológicos mejorarán la eficiencia, anticiparán las necesidades de los consumidores y les permitirán interactuar con sus proveedores.
Más electricidad y menos emisiones en la carretera
Según Cepsa, para 2030, la flota de vehículos de pasajeros será un 25- 30% más eficiente de lo que es hoy en día. Aunque los vehículos eléctricos ganarán terreno -serán más económicos y competitivos -, la flota a nivel mundial seguirá siendo abastecida mayoritariamente por combustibles fósiles.

Debido a la tecnología, los motores de combustión interna serán más eficientes lo que hará que la demanda de combustibles de uso en carretera disminuya en 1,7 millones de toneladas en los próximos años. En España, la compañía apunta que los motores de com bustión supondrán el 96% del parque móvil, imponiéndose la
gasolina frente al diésel, cuyas matriculaciones bajarán en 13 años del 61% al 15%.

A la proliferación de coches eléctricos y vehículos autónomos, Cepsa suma la vía de la movilidad compartida como solución al desafío energético. Esto será muy visible en lo que llaman ciudades entrópicas, como Nueva Delhi, Bogotá o Río de Janeiro. Este modelo de ciudad, con bajos ingresos y alta densidad, que concentran el 55% de la población urbana mundial, aceptará ampliamente esta alternativa. Otras ciudades como Londres, Nueva York, Madrid y Tokio (ciudades heredadas), también lo aceptarán progresivamente, frente a otras como Abu Dabi, Johannesburgo o Los Ángeles que por la magnitud de las distancias y la baja densidad de población, seguirán optando más por el automóvil privado.

Energías renovables vs. petróleo y gas natural


Los productos del petróleo seguirán liderando el mix energético, tanto mundial como español, en el futuro.




De hecho, el petróleo supondrá casi la mitad de la demanda energética en 2030, si bien experimentará un paulatino debilitamiento debido en parte al incremento del uso de biocombustibles, los vehículos eléctricos y el gas natural, pasando de 46 millones de toneladas equivalentes (Mtoe) a 37 Mtoe. El gas natural ocupará el segundo lugar y se espera que aumente paulatinamente su participación en el mix de energía debido a la sustitución del petróleo en las calefacciones de edificios residenciales y comerciales, a su potencial como alternativa al carbón y al uso moderado pero creciente en camiones y vehículos pesados.

La electricidad representa aproximadamente una cuarta parte de la demanda de energía de España y es en este segmento en el que las fuentes de energía renovables tienen más posibilidades de expansión, especialmente en forma de energía eólica y solar. La capacidad instalada de las renovables, eólica y solar fotovoltaica, se incrementará en España a 47GW y 29GW, respectivamente; frente a los 23GW y 7GW de la actualidad. La capacidad hidroeléctrica se mantendrá constante, mientras que la capacidad nuclear podría reducirse ligeramente.

En cuanto a la biomasa, el crecimiento será sustancial debido a la regulación que exige que el 8,5% del combustible de uso en carreteras se fabrique con biocombustibles con el fin de cumplir con los objetivos de la Unión Europea.



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Las aves marinas, en peligro por el calentamiento global

El cambio climático amenaza sobre todo a estas especies debido a las dificultades para alimentarse .

La investigación es de carácter internacional y el equipo de la Facultad de Biología y del Instituto de Investigación de la Biodiversidad (IRBio) de la UB se ha centrado en estudiar la respuesta climática de una población de pardela cenicienta (Calonectris borealis), que cría en el archipiélago canario.

Los biólogos han comprobado que estas aves marinas no han podido adaptar su ciclo reproductor a las nuevas condiciones climáticas marcadas por el cambio global, según el trabajo, que publica la revista Nature Climate Change.
Los profesores de la Facultad de Biología de la UB Jacob González-Solís y Raúl Ramos, que han participado en la investigación, han advertido de que en un futuro el aumento progresivo de las temperaturas del mar podría generar una falta de sincronía entre el periodo de cría y de alimentación de los polluelos y las etapas en que las presas son más abundantes en los océanos.





Esta investigación es el resultado de la colaboración de un amplio equipo internacional de expertos en aves marinas, liderado por la Universidad de Edimburgo, el Centro de Ecología e Hidrología (CEH) y la Investigación Antártica Británica (BAS) del Reino Unido. El trabajo ha analizado los patrones de reproducción de 62 especies de aves marinas entre 1952 y 2016, un período marcado por el aumento significativo de la temperatura de la superficie del mar.

Aves marinas, las más amenazadas

Los biólogos han advertido de que actualmente las aves marinas son el grupo de aves más amenazado del mundo, y el estado de conservación de la mayoría de especies empeora día a día. Según el estudio, las aves marinas no pueden adaptar los ritmos biológicos a los cambios de la temperatura en superficie de los océanos, mientras que sus presas más habituales (calamares, sardinas, etc.) sí están alterando los patrones reproductores como respuesta al cambio global.

Esta falta de sincronía entre los ritmos biológicos de aves marinas y presas puede dificultar la obtención de alimento (decalaje trófico), en especial durante la época de cría y de alimentación de los polluelos, una situación que pondría en riesgo la supervivencia de muchas poblaciones especialmente vulnerables, según los biólogos.

Jacob González-Solís ha detallado que, en concreto, han podido monitorizar la reproducción de las pardelas desde 2001, un hecho que ha permitido contribuir de manera significativa al resultado final del trabajo. "Las conclusiones indican que en las áreas oceánicas del Atlántico y el Mediterráneo se prevé que las especies migratorias de larga distancia serán las más afectadas, ya que habitan al menos en dos áreas diferentes durante todo el año", ha avisado González-Solís.
Sensibles a cualquier perturbación ambiental


Según el profesor Ramos, las aves marinas tienen historias de vida particularmente extremas, con una esperanza de vida superior a la de sus presas, una alta supervivencia adulta, baja fecundidad, y una edad reproductora avanzada. "Estos factores hacen que sean particularmente sensibles a cualquier perturbación ambiental, tanto de manera directa como indirecta", explica.

Según Ramos, "este decalaje trófico entre aves y presas por el calentamiento será especialmente perjudicial en petreles gigantes, fulmarus y albatros, que han mostrado una menor flexibilidad en su fenología de cría, mientras que cormoranes y alcatraces son los que tienen mejor capacidad de respuesta al clima".


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Lucha contra el cambio climático: las empresas tienen la llave


El cambio climático no afecta sólo al medio ambiente. Tienen un impacto negativo sobre la economía y la vida diaria de las personas. Los datos que maneja Naciones Unidas (ONU) son alarmantes. Si no se actúa con determinación, a finales de siglo el incremento de la temperatura mundial superará los 1,5 grados centígrados en comparación con el periodo comprendido entre 1850 y 1900, mientras que el nivel del mar se elevará de media entre 24 y 30 centímetros para 2065 y entre 40 y 63 para 2100. El objetivo del Acuerdo de París es mantener el calentamiento del planeta por debajo de los 2 grados centígrados. Para lograrlo se requieren políticas energéticas sostenibles que las grandes empresas ya están desarrollando.

Los compromisos de las compañías pasan por el desarrollo de estrategias de innovación, liderazgo y negocio que contribuyan de forma eficiente a la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero y lograr implantar una economía baja en carbono como se recoge en los Objetivos de Desarrollo del Milenio de la ONU.




Un papel crucial en la lucha contra el cambio climático lo juegan las empresas del sector eléctrico, conscientes desde hace tiempo de la necesidad y el desafío que supone mitigar las emisiones contaminantes. Red Eléctrica, por ejemplo, lleva a cabo desde 2015 un plan de acción que ha ido adaptando y que recoge varias líneas de acción para un modelo energético más sostenible. Iberdrola, por su parte, cuenta con un "modelo de negocio sostenible" que apuesta por "la innovación como elemento estratégico de la compañía y herramienta principal" para "garantizar la sostenibilidad, la eficiencia y la competitividad", indica la eléctrica. Iberdrola dispone de más de 14.000 MW de potencia eólica instalada y trabaja para introducir "al menos un 27% de renovables en el consumo final de energía". En la misma línea, Endesa ha implantado diversos proyectos de mejora de la eficiencia energética y reducción de emisiones en algunas de sus plantas, introduciendo el gas natural como combustible.

Otro aspecto de vital importancia es la llamada descarbonización de la economía basada en el principio de 'quien contamina paga'. "El sector eléctrico es la clave para lograr este objetivo", reconocen desde Iberdrola.

Banca y alimentación


Las empresas del sector agroalimentario también están llamadas a liderar la batalla por el clima. Nestlé admite que "la actividad humana y la ganadería constituyen un importante factor causante del cambio climático". Por eso garantiza que "se esfuerza cada día en reducir sus emisiones y mejorar la gestión de los recursos. "Prueba de ello es la disminución del 15% las emisiones (directas e indirectas) de gases de efecto invernadero por tonelada de producto acabado entre 2010 y 2016 en las fábricas españolas", afirma la multinacional de alimentación.

Las tecnológicas y el sector financiero deben igualmente contribuir de forma decisiva a reducir el impacto de la huella de carbono. Telefónica desarrolla una estrategia para potenciar la reducción de combustible, la transformación de su red y el uso de energías limpias. "En 2016 llevamos a cabo 130 iniciativas de eficiencia energética en nuestras redes y oficinas, con los que conseguimos ahorrar 211 GWh y 22 millones de euros en la cuenta anual de electricidad. De este modo, evitamos la emisión de más de 68.229 toneladas de CO2 equivalentes", sostiene la operadora, que cifra en un 43,6% el consumo eléctrico que ya procede de fuentes renovables.

Telefónica, como las anteriores empresas citadas, es una de las firmas españolas que figuran con más alta calificación en el informe de la organización sin ánimo de lucro Carbon Disclosure Project, que mide el compromiso con el medio ambiente de las grandes compañías. También aparecen en este listado con la nota más eleva Bankia y CaixaBank.

"Llevamos años implementando medidas encaminadas a favorecer la transición hacia una economía baja en carbono", sostiene la entidad presidida por José Ignacio Goirigolzarri. Bankia cuenta en la actualidad con "condiciones especiales" para financiar productos sostenibles, como electrodomésticos de bajo consumo y coches híbridos o eléctricos.

CaixaBank ha implementado un plan ambiental trianual (2016-2018) con medidas para calcular, reducir y compensar la huella de carbono, y desarrollar iniciativas de consumo de energías renovables. Además, ha renovado su presencia en el Dow Jones Sustainability Index, un índice mundial que valora el comportamiento de las empresas bajo criterios sociales, medioambientales y de gobierno corporativo.


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