jueves, 23 de marzo de 2023

Nuestras decisiones de hoy repercutirán en todo el mundo durante cientos de años

Desciframos las conclusiones y presentamos las claves de este informe.

El lunes pasado, 20 de marzo, se publicó el informe de síntesis que pone fin al Sexto Ciclo de Evaluación del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC) conocido por las siglas AR6.

El IPCC es un órgano científico de las Naciones Unidas para evaluar el conocimiento científico sobre el cambio climático y acercar la ciencia a quienes deben avanzar en las acciones necesarias para frenar el calentamiento global.

Trabaja por ciclos y fases y, durante los últimos ocho años, el grupo ha publicado 3 informes de grupos de trabajo (el primero se ocupa de las bases físicas del cambio climático; el segundo, de la adaptación y la vulnerabilidad; y el tercero, de la mitigación) y 3 informes especiales (sobre el calentamiento global de 1.5°C, el cambio climático y tierra, y el océano y la criosfera en un clima cambiante).

El Informe de Síntesis del Sexto Informe (AR6) es fundamental para acelerar la acción climática al estudiar el fenómeno del cambio climático, sus impactos y facilitar la transmisión de esta información.Sin embargo, el gran reto de este informe no es científico, sino político.

El documento es una guía para una sociedad cada vez más concienciada ante el problema climático y que demanda soluciones. Y para los actores que actúan pero necesitan más apoyo a la hora de acelerar sus transformaciones. También va a ser un elemento fundamental para el desarrollo de la próxima COP28 y para el First Global Stocktake.

El AR6 es particularmente interesante porque, en comparación con otros informes, su análisis integra de una manera más concreta un enfoque humano sobre el cambio climático en sus impactos y sus soluciones. Por este motivo, se centra en identificar soluciones más concretas y en mostrar los co-beneficios para la sociedad, superando el ámbito ambiental.

Según el IPCC, estamos en el límite de alcanzar para que el aumento de la temperatura a finales de siglo no sobrepase el 1.5ºC de calentamiento global y de frenar los impactos más peligrosos para las comunidades más vulnerables.

El AR6 destaca que esta situación es resultado de un “fracaso colectivo para reducir los gases de efecto invernadero (GEI)”. Y confirma que, aunque reduzcamos las emisiones rápidamente, necesitaremos al menos 20 años para ver los efectos de esta transición hacia un mundo sostenible.

El informe permite saber dónde estamos, hacia dónde vamos, y nuestras opciones para afrontar el cambio climático. Y el Presidente del IPCC, el Dr. Hoesung Lee, en la presentación del informe concluyó que las acciones son todavía insuficientes para abordar el cambio climático: “estamos caminando cuando deberíamos esprintar”. El informe recuerda que hoy en día tenemos suficientes tecnología y conocimientos para acelerar la acción climática. La siguiente figura recuerda las oportunidades de actuación:

Se expone la necesidad de apalancar entre 3 y 6 veces más financiación para la acción climática, subrayando la importancia de cerrar la brecha entre los presupuestos disponibles y las necesidades para hacer frente al impacto del cambio climático. No solo se trata de la cantidad de dinero, sino también de cómo y dónde se asigna ese dinero. Para hacer frente a este problema, la financiación debe ser más fluida. Por eso, el sistema financiero tiene que responder a la urgencia climática con más inversiones y la integración de análisis de riesgos. En paralelo, los gobiernos también son fundamentales para desarrollar presupuestos climáticos, incentivando con las cuentas públicas los cambios necesarios para la descarbonización y asegurar la cobertura de las necesidades de los más vulnerables.

También da una respuesta a un debate en el seno de la acción climática sobre la necesidad de centrarse en las medidas de mitigación o en las actividades de adaptación. Los autores concluyen que necesitamos ambas, adaptación y mitigación, que requieren un mismo enfoque de acción y no se pueden separar. Necesitamos adaptarnos a los impactos ya existentes del cambio climático y es crucial reducir las emisiones para evitar mayores impactos negativos futuros.

De este modo, indica que la adaptación no es infinita, mostrando que sin mitigación solo llegaremos a la obsolescencia de las medidas de adaptación actuales.

No obstante, el IPCC en su informe ofrece un espacio a la esperanza y proporciona una advertencia para los tomadores de decisiones y la sociedad en su globalidad. Ahora, más que nunca, necesitamos voluntad política, apoyo público y motivación personal para respetar el límite de 1.5ºC.

Debemos privilegiar la confianza, la colaboración, el reparto de responsabilidades y cargas que nos exigen diferentes actuaciones, compromisos y oportunidades, con el objetivo de reducir las emisiones y obtener mayores beneficios para la sociedad.


Según los expertos del IPCC, incluso si cruzamos el límite de 1.5ºC, aún es posible invertir la tendencia y detener el calentamiento global. Debemos actuar ya, y poner a disposición de la acción climática la tecnología y los conocimientos que ya tenemos operativos. Debemos pasar de la dilación climática a la activación climática.

Fuente: AmbiciónCOP

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