jueves, 24 de agosto de 2017

Meteorología: Las cabañuelas prevén doce meses con muchas tormentas en la Región de Murcia

Te contamos las principales claves que marcarán el tiempo venidero en la Región de Murcia, unas predicciones realizadas por el meteorólogo muleño José Buitrago

Recuperación de la ´gota fría´ otoñal, nieve al principio del invierno y altas temperaturas desde finales de junio y el mes de julio del año que viene. Estas son las principales claves que marcarán el tiempo venidero en la Región de Murcia, unas predicciones realizadas por el meteorólogo muleño José Buitrago, quien lleva desde comienzos de agosto observando el fenómeno de las cabañuelas, que se han adelantado este año, y que hoy ya arrojan unos resultados milimétricos de «más agua, más frío y más calor para Murcia, y algunos de estos fenómenos podría ser extremos», apunta Buitrago.

Septiembre: Posibilidad de lluvias y el fresco ya se asoma por la noche, con calor a mediodía y lluvias del 3 al 9. A mediados de mes hay riesgo de vientos de Levante, con precipitaciones tormentosas que, en la zona del Levante y comunidad de Murcia podrían ser fuertes. En la tercera semana, las precipitaciones pueden llegar a toda la Región y del 18 al 26 serían de forma generalizada, localmente podrían ser fuertes y/o torrenciales. A partir del día 28 cambio brusco día y noche, cesan las precipitaciones, pero siguen las temperaturas suaves y/o altas.

A mediados de septiembre hay riesgo de vientos de Levante, con precipitaciones tormentosas.
Octubre: Comienza el mes en Murcia con bajas temperaturas, lluvias puntuales, tormentosas y de corta duración, con algo de viento ocasional fuerte y racheado de componente norte. En la segunda semana desaparece el viento, suben algo las temperaturas y empieza a aparecer la nubosidad con tormentas. Partiendo del día 15 cambia el tiempo, con riesgo de precipitaciones por toda la zona centro, menos posibilidad y más débiles por la Vega Baja y Altiplano. En la tercera semana, tanto el viento como la lluvia pueden llegar al resto. A partir del día 23 cesan los vientos con flojo de Este, prodigándose las lluvias puntuales y localmente fuertes o muy fuertes por el Levante y Murcia.

Noviembre: Los primeros días del mes las temperaturas suaves y/o altas, después el tiempo cambia y entra un frente por el sur que traerá precipitaciones en la Sierra del Segura. Éstas podrían venir acompañadas de tormentas y tiempo mayormente cubierto con posibilidad de algunas lluvias generosas o fuertes que pueden ser tormentosas terminando con bajada notable de las temperaturas para finalizar el mes, con nevadas débiles a moderadas sobre 900 metros.



Diciembre: Comienza el mes frío y con algunas tormentas por el Noroeste puntuales y fuertes. A partir de la segunda semana, posibilidad de que aparezcan las nevadas a partir de 700 metros, con riesgo de heladas y éstas puntalmente fuertes. El tiempo se mantendrá así por lo que diciembre será un mes frío, con severas heladas en zonas altas. A partir del día 25 habrá cambios considerables pudiéndose producir las primeras nieves destacadas en el Noroeste y centro de la comunidad, 450 metros.
A partir de la segunda semana de diciembre, posibilidad de que aparezcan las nevadas a partir de 700 metros.

Enero: Conforme avance este mes irán bajando las temperaturas y llegará la nubosidad en forma de tormentas. Para el día 12 aproximadamente, el tiempo empezará a traer grandes cambios con precipitaciones a mediados de mes, que se prodigarán por toda la Región. Entre el día 23-26 la nieve se hará más patente y se presentará en lugares no muy altos, a 300 metros. A partir del día 24 el tiempo sigue incierto, con bastante frío y se podrían manifestar heladas severas en la zona de la Vega Media y zonas altas de hasta -10 grados.

Febrero: Comienza despejado, viento-frío y con algo de nubosidad al final de la primera semana. Sigue con niebla y nuboso por el centro de la comunidad, Altiplano y Vega Baja hasta mediados de mes. La segunda quincena tendrá cambios continuos de tiempo y el viento se hace protagonista por sus cambios y fuerza. A partir del día 17 bajan de forma generalizada las temperaturas y puede haber precipitaciones en forma de nieve a partir de 950 metros, más intensas en el centro y Noroeste. A partir del día 20 el tiempo pasa a ser muy revuelto con vientos de Norte y rachas fuertes a muy fuertes por todo el territorio de la Región. Muy desapacible en Altiplano, Río Mula y Noroeste hasta fin de mes.
A partir del día 20 de febrero el tiempo pasa a ser muy revuelto con vientos de Norte y rachas fuertes a muy fuertes por todo el territorio de la Región.


Marzo: Empieza el mes con cielos despejados y vientos de dirección variable que pudieran ser rachados y fuertes. Temperaturas bajas para la época, pero conforme se acerca mediados de mes cambia el viento y suben los termómetros. Se generaliza la nubosidad y hay riesgo de precipitaciones en forma de tormentas locales por toda la comunidad. Del 25 al 31, coincidiendo con la Semana Santa, inestabilidad acusada con algunas tormentas locales y dispersas con temperaturas que paulatinamente irán subiendo de forma considerable, incluso podrían ser altas para la fecha.

Abril: Tendrá un inicio de cielos muy nubosos los dos o cuatro primeros días. Sigue con nieblas en la zona centro y la costa, donde puede haber precipitaciones en forma de tormenta a partir del mediodía. El tiempo sigue indeciso y a partir del día 23, las precipitaciones llegarán por el Noroeste cambiando a Levante en pocos días reanudando las tormentas con mucho aparato eléctrico.

Mayo: Entra con poca nubosidad, al principio de la segunda semana el ambiente se hace más húmedo, con algo de viento de componente Sur Sureste. Viene un frente del Sur, que entra por Lorca, Caravaca y puede dejar precipitaciones en Calasparra, siguiendo hacia Jumilla y Alicante. A mediados de mes, estas precipitaciones pueden generalizarse y llegar hasta todo el Levante siendo tormentosas y con granizo. Esta inestabilidad se mantendrá hasta el día 20 o 23, cuando el tiempo empezará a calentar el ambiente.

Junio: Comienza el mes despejado con las temperaturas subiendo. Al final de la primera decena comienza el viento, llegando a mediados de mes bajan algo las temperaturas, los días 21 ó 25, después de estos días aumenta la nubosidad, sobre todo por la zona de Vega Media y Altiplano, apareciendo las tormentas con mucho aparto eléctrico, granizo y poca lluvia. En la tercera semana suben las temperaturas, coincidiendo con la entrada del verano, con algo de viento. Sigue despejado hasta fin de mes.
En la tercera semana de junio suben las temperaturas, coincidiendo con la entrada del verano.

Julio: Entre los primeros siete días habrá temperaturas más altas de lo normal para la época, acompañadas con vientos de componente Sur. A partir de la segunda semana continua la subida bastante de las temperaturas y, a mediados de mes, llegan viento del Sur Suroeste. Para la semana del 19 cambia el tiempo, bajan algo las temperaturas y aparecen tormentas con muchos rayos. Del 24 en adelante cambia de dirección el viento de Levante y Norte, refrescando y dando paso a chubascos tormentosos con mucho viento, aparato eléctrico y granizadas.

FUENTE: La Opinion de Murcia

El Gobierno quiere impedir que se construya más en la costa para combatir el cambio climático

España publica en el BOE la estrategia de adaptación del litoral ante esta amenaza y prima la infraestructura 'verde' sobre el cemento

España se ha convertido esta semana en uno de los primeros países del mundo en aprobar una estrategia nacional de adaptación de sus 7.883 kilómetros de costa a los efectos del cambio climático, en la que concluye que no caben más infraestructuras, construcciones y desarrollos urbanísticos en el litoral.

El Boletín Oficial del Estado (BOE) recoge esta semana la aprobación de esta herramienta, mandato de la Ley de Costas de 2013, que ha contado con el asesoramiento científico de uno de los centros pioneros a nivel mundial en la materia, el Instituto de Hidráulica Ambiental de la Universidad de Cantabria (IH), y con un amplio proceso de participación pública.

La estrategia diagnostica la situación actual de la costa y concluye que «el modelo de desarrollo económico implantado en las últimas décadas y la explotación de los recursos ha supuesto una amenaza para el litoral, incrementando su exposición y vulnerabilidad al cambio climático debido a la presión urbanística y a la degradación sufrida».


Urbanización desmesurada
«La urbanización desmesurada de las últimas décadas, la construcción de infraestructuras en el litoral y la disminución del caudal sólido de los ríos ha modificado la línea de costa, destruyendo dunas, desecando marismas y lagunas costeras, aumentando la erosión y alterando el litoral mediante diques y espigones», indica el texto.

Partiendo de esa situación y de las previsiones de los impactos del calentamiento, la estrategia «marca unas directrices generales de cómo para abordar esos efectos en la costa con una visión integradora, en la que se abarca no solo el dominio público costero, competencia del Gobierno, sino áreas de gestión autonómica», indica el director de investigación del IH, Iñigo Losada.

«La estrategia valora los riesgos más allá de las competencias estatales y sienta las bases para actuar», añade.

En el marco de esos riesgos, el documento determina que el aumento del nivel del mar y la subida de temperatura -con las serias implicaciones de esto último para los ecosistemas- serán los principales impactos en la costa, seguidos de las tormentas y temporales (más viento y oleaje), y del déficit de aportes de agua dulce.

Ante esta situación la estrategia desglosa todo un abanico de opciones para adaptarse a los riesgos, dando prioridad a la planificación y el seguimiento, y a las llamadas 'infraestructuras verdes frente a las grises', algo que tanto Losada como los ecologistas consultados consideran acertado.

Es decir que frente a nuevas obras de ingeniería para proteger la costa, la estrategia apuesta por proteger los ecosistemas naturales que ejercen esas funciones, preservando ríos, deltas, dunas, estuarios, humedales o marismas, y restaurando los que han dejado de prestar sus servicios por su degradación o destrucción.

Sin medidas de adaptación, los 15 millones de españoles que viven en 487 municipios costeros de 24 provincias y 10 Comunidades Autónomas se verán afectados por inundaciones costeras o desplazamientos por pérdida de territorio a finales de siglo.

FUENTE: La Opinion de Murcia Digital

El cambio climático tendrá impacto directo en el turismo y la pesca: "Tendremos que abandonar la primera línea de playa"

El aumento de los temporales marítimos por el cambio climático dificulta las condiciones de las playas, uno de los principales atractivos españoles y fuente de riqueza para el turismo, los ecosistemas marinos y la pesca.

Así lo explica el biólogo de la Universidad Politécnica de Valencia Miguel Rodilla, para quien los efectos de este fenómeno ya son "palpables" en el Mediterráneo y, como consecuencia, las playas, paseos marítimos y edificaciones costeras de la Comunitat Valenciana alterarán notablemente su aspecto actual.

"Conllevará, además, un gran coste económico si no nos adaptamos a estos cambios, no se invierte en una planificación previa y de forma progresiva se abandona la primera línea de playa", agrega.


Insiste en que las medidas de prevención deberían ir acompañadas de la plena concienciación por parte de administraciones públicas y ciudadanos y remarca que el cambio climático afecta gravemente a los ecosistemas de la costa mediterránea y a la pesca.

El Mediterráneo es especialmente sensible al fenómeno de acidificación impulsado por el cambio climático, que supone el aumento de la acidez del agua, debido al incremento de dióxido de carbono en la atmósfera.

A su vez, explica Rodilla, esto comporta el descenso del pH del océano, que disminuye la disponibilidad de iones carbonatos, indispensables para la supervivencia de aquellas especies que necesitan generar estructuras de carbonato cálcico.

Ver video El Sur de España se convertirá en un desierto

El incremento del nivel del mar modificará las playas y el cambio de frecuencia y magnitud de los temporales producirá daños y generará problemas en las estructuras costeras, afirma Rodilla, para quien un ligero aumento de ese nivel puede afectar mucho al acuífero costero y generar problemas de disponibilidad de agua dulce.

Matiza que existe la sensación de que "la línea de costa es invariable", pero es "un sistema dinámico que se verá muy impactado por el proceso de cambio climático y el mar ocupará parte de las infraestructuras y paseos".


"Si no queremos tener que improvisar un servicio de emergencias y lucha contra las catástrofes, deberíamos anticiparnos y reconsiderar nuestro desarrollo en la costa", alerta. El biólogo asegura que se necesitarán ecosistemas dunares bien conformados que taponen la subida del nivel del mar y el incremento de la magnitud de los temporales y "no se debería permitir la urbanización y la destrucción de los ecosistemas costeros".

Ver video: La Expoliación de la arena, un peligroso negocio.

En su opinión, la sociedad debería realizar mucha pedagogía, cambiar el modelo económico y de movilidad, replantear su relación con el medio ambiente, apostar por energías renovables, evitar los combustibles fósiles y reducir la emisión de gases de efecto invernadero. Rodilla considera que a las administraciones públicas les corresponde parte de esa tarea pedagógica y valora su concienciación, pese a que son procesos "lentos".

FUENTE: LA SEXTA DIGITAL

jueves, 17 de agosto de 2017

El cambio climático altera el color y la acidez del vino

El calentamiento global amenaza con alterar el ritmo de cultivo natural de los viñedos españoles. Una transformación que, lenta pero inexorable, ya padecen los agricultores de la mayor parte del país, que este año se han visto obligados a adelantar la vendimia. La atención se ha posado ahora sobre las plantaciones de Rioja, cuyos caldos podrían sufrir importantes variaciones si la tendencia continúa. Así se desprende de un estudio elaborado por el Instituto Vasco de Investigación y Desarrollo Agrario Neiker-Tecnalia en colaboración con la Universidad de Navarra y la Estación Experimental de Aula Dei (EEAD), que alertan de que el auge de los mercurios afectará al color y la acidez de los vinos de tempranillo.

A raíz del estudio, que comenzó en 2012 y que ha sido desarrollado por el ingeniero agrónomo Urtzi Leibar, los investigadores comprobaron que el calor y el estrés hídrico repercuten directamente en la calidad de los mostos analizados, que fueron expuestos a distintos niveles de CO2 y sequedad ambiental. En concreto, el informe hace referencia a un descenso de la cota de antocianos, que son los pigmentos que causan el color rojizo del vino. Asimismo, las variaciones climáticas también provocaron un descenso del nivel de acidez, que debe ser más alto para preservar el buen estado de los caldos.

«La calidad depende en parte de los estándares del consumidor, y eso es algo que varía -explica a este periódico Olatz Unamunzaga, que junto a Ana Aizpurua ha sido la encargada de dirigir la investigación-. Ahora mismo el color es algo que se puntúa muy bien, la gente busca más vinos que tengan algo más de color. Por otro lado, la acidez es imprescindible si queremos que el vino se mantenga en el tiempo en condiciones óptimas».


Adelanto de la vendimia
Tal y como explica la investigadora, una de las principales conclusiones que se extraen del estudio es que el cambio climático puede provocar el adelanto de la vendimia. En este sentido, destacó que a día de hoy la recogida para los caldos de tempranillo se realiza aproximadamente con 21 grados brix, que miden el cociente de sacarosa que se encuentra diluida en el líquido: «Con la situación de invernadero que hemos simulado, hemos conseguido un adelanto de nueve o diez días», asegura Unamunzaga, que hace hincapié en la necesidad de desarrollar técnicas que atenúen el impacto del calentamiento global para que la calidad de los caldos no se vea afectada.

De hecho, las consecuencias del aumento del calor ya han alterado los calendarios de algunas bodegas que, como la cooperativa «Viñedos de Aldeanueva», iniciaron la vendimia antes de lo que habían previsto en un primer momento. Una circunstancia que este ejercicio obligará a los agricultores a ser más selectivos durante la recogida de uvas, que se suele alargar durante algo más de un mes. En la misma línea, el Departamento de Agricultura de Cataluña informó de que la mayor parte de las zonas vitícolas del territorio también se vieron afectadas por el calor, y advirtió de que este 2017 la cosecha será inferior en cantidad.

Igual de comprometida es la situación de los labradores de las comunidades del sur, asfixiados por las olas de calor que han acontecido en la zona. Hasta nueve días antes de lo normal tuvo que adelantar la vendimia la bodega malagueña Jorge Ordóñez, que, a pesar de todo, subrayó que esperan «mucha producción» para el presente año: «Parece que el clima ha beneficiado a dos de las zonas más extremas de España como son Málaga y Rías Baixas», manifestó el enólogo Nacho Álvarez, que aseguró que sus viñedos «están consiguiendo adaptarse al cambio climático con éxito».

Por otro lado, los investigadores del estudio descubrieron que también es posible retrasar hasta diez días la vendimia si se somete al cultivo a un déficit de agua. En su informe, los expertos destacan que la sequedad mermó el crecimiento de la viña, lo que a su vez provocó un aumento del pH del mosto y una disminución en el contenido de polifenoles, que se encuentran en la piel y las pepitas de las uvas y que confieren al vino su particular aroma y sabor.

Cambiar los gustos
A pesar de que los indicios no invitan al optimismo, Unamungaza no es alarmista: «No creo que sea algo que no se pueda solucionar», asegura la investigadora, que duda de que el calentamiento global se detenga aunque se dejen de emitir gases de efecto invernadero. En este sentido, destaca que lo importante en estos momentos no es pensar en desplazar los viñedos cada vez más hacia el norte para que gocen de temperaturas más frescas, sino «encontrar medidas» que permitan a los agricultores conocer el futuro comportamiento de sus cultivos y «adaptarse» a los futuros cambios que se van a implantar en el paradigma vitícola.

Asimismo, Unamungaza sostiene que en el futuro será necesario «concienciar» a la sociedad y «educar» sus gustos para adaptarlos a los cambios del sabor de unos vinos que, a su parecer, «no tienen por qué tener menos calidad». La experta alega que frente al cambio climático «hace falta una adaptación de todos, también de los consumidores», pues la transformación de los caldos afectará al conjunto del sector.

Claves

¿Por qué se daña la uva?
La elevada temperatura transforma los ácidos de la uva en azúcares y eleva la graduación alcohólica. Pero la maduración acelerada no discurre de forma paralela a la adquisición ni del colo r ni del aroma.
¿Sólo es un problema de España?
No, está afectando a países como italia, Grecia o Portugal, en Europa.
¿Qué se puede hacer?
Se está investigando una tecnología que permite desalcoholizar los caldos. Esta técnica elimina el alcohol sin quitar color ni aroma. En el campo se pueden aplicar tratamientos naturales como añadir más agua o clarear las viñas .
Huir al norte
Algunas bodegas han desplazado la producción. Las Bodegas Torres en el Penedés, han comprado terrenos en zonas más frías, para que sus vinos puedan sortear el aumento de un grado en la temperatura que se ha registrado en la zona.

FUENTE: Periódico ABC

El deshielo de Groenlandia se acelerará

Groenlandia tiene hielo suficiente para hacer subir el nivel de los océanos siete metros si desapareciera completamente
El hielo que cubre Groenlandia se derretirá más rápido en los próximos años pese a la reciente desaceleración de este proceso, advirtió el miércoles un grupo de científicos apoyándose en un descubrimiento sobre la forma en que se desplazan los glaciares.

Según la investigación, cuyos resultados se publican en la revista Science Advances, estos glaciares se desplazan más rápidamente sobre los sedimentos del suelo que sobre roca dura. Con el calentamiento global, es probable que este desplazamiento de hielo se acelere porque la capa de sedimento se volverá más frágil, más húmeda y más resbaladiza. Groenlandia tiene hielo suficiente para hacer subir el nivel de los océanos siete metros si desapareciera completamente.



"El perímetro de Groenlandia tiene muchos glaciares que actúan como cintas transportadoras rápidas para el hielo. Miles de lagos de la superficie actúan como grifos que vierten el agua derretida en la base del hielo, convirtiéndolo en una bañera resbaladiza", señaló Bernd Kulessa, de la Facultad de Ciencias de la Universidad británica de Swansea. "Este descubrimiento nos preocupa porque hasta ahora habíamos llegado a la conclusión exactamente contraria, de que la cinta transportadora glaciar de Groenlandia se desaceleraba", continuó.

Para realizar el trabajo, los científicos utilizaron estudios sísmicos obtenidos tras haber enviado ondas acústicas a través de la capa de hielo para recoger datos sobre el suelo en el que se asienta.

La teoría hasta la actualidad era que el deshielo se hacía más lento hacia finales del verano "porque una importante red de canales drenaba el agua lejos de la base, aumentando la resistencia friccional al derrame del hielo", según el artículo científico. Pero los estudios sísmicos mostraron que el tipo de terreno juega un papel fundamental en el control del flujo del hielo y el debilitamiento de los sedimentos subglaciales "provoca una aceleración del desagüe del hielo". El hielo se derrite en el Ártico, región que se calienta el doble de rápido que el resto del planeta.

FUENTE: La Verdad

miércoles, 9 de agosto de 2017

La temperatura del Mediterráneo avisa: podría haber gota fría

Marcará al menos 1,3 grados más a finales de siglo. Y más de dos, si no dejamos de contaminar. Esto quiere decir más gota fría y épocas de aguaceros más largas.

El agua del Mediterráneo está ya como un caldo. Y decimos ya porque el mar ha alcanzado la temperatura propia de septiembre. Con 29 grados, supera en dos la del año pasado en las mismas fechas. Esta semana, noches de 25 grados en Cartagena o 24 en Alicante.

Con el agua como una sopa, el mar deja de regular el clima y no refresca el ambiente. Y hay que ir acostumbrándose porque no hay marcha atrás: ni frenando en seco todas las emisiones de CO2, evitaríamos el ascenso del termómetro.

Marcará al menos 1,3 grados más a finales de siglo. Y más de dos, si no dejamos de contaminar. Esto quiere decir más gota fría y épocas de aguaceros más largas.

Bajo un agua más caliente, especies exóticas amenazan las autóctonas del Mediterráneo. Tras cruzar el estrecho de Gibraltar, algunas habitan ya el Mar Menor.

La temperatura media del Mar Menor llega hasta los 31 grados por el 'efecto Lucifer'

Las sucesivas olas de calor del último mes «afectan al equilibrio» de la laguna, aunque «poco a poco» se sigue recuperando y el agua es «excelente para el baño», según Celdrán


Bañarse en el Mar Menor a estas alturas del mes de agosto es lo más parecido a sumergirse en un caldo calentito en el que, además, es fácil hundir el pie en lo que usted pensaba que era arena, pero en realidad es fango. Eso sí, el mar no tiene el color verde del año pasado... de momento. Porque, como advirtió ayer el consejero de Turismo, Cultura y Medio Ambiente, Javier Celdrán, «el Mar Menor tendría un problema si se mantuvieran estas temperaturas extremas durante dos meses, aunque también lo tendría todo el Mediterráneo». Estas pasadas olas de calor que han barrido el sur de Europa y de España durante las últimas semanas, con más intensidad en el mercurio, «microexplosiones térmicas por encima de 8 grados» y mayor duración en el calendario de lo habitual, es un fenómeno que los meteorólogos ya han bautizado como 'Lucifer', «así que con esto ya está dicho todo», indicó Celdrán.





2
grados más por encima de la media de esta época presenta la temperatura del Mar Menor.
75%

se han reducido las aportaciones de nitratos desde octubre.


Este calor infernal, que ha dejado muchos días termómetros por encima de los 40 grados, ha provocado que la temperatura media del Mar Menor haya alcanzado entre 29 y 31 grados en las últimas dos semanas, lo que afecta al «inestable equilibrio» de la laguna salada que, sin embargo, se está comportando «bien», y se sigue recuperando «poco a poco», definió Celdrán. El lunes, sin ir más lejos, el 'caldo' invitaba a los bañistas a solazarse en sus aguas a 31 grados. «Aunque el año pasado alcanzamos picos de 33 grados, nunca se había visto una temperatura media tan alta durante tanto tiempo», alertó el consejero, quien dio la bienvenida al «respiro» que darán los termómetros a partir de hoy, que será «muy positivo» para la recuperación del equilibrio en el humedal. Celdrán presentó las conclusiones del último informe científico sobre la situación del Mar Menor junto al director general del Mar Menor, Antonio Luengo, y el profesor e investigador de la Universidad Politécnica de Cartagena (UPCT) Javier Gilabert, miembro del Comité de Asesoramiento Científico del Mar Menor.. Tal y como desveló 'La Verdad' hace semanas, ese informe alerta de los «factores de riesgo» que tiene este importante aumento de la temperatura del agua, que se sitúa «dos grados por encima de lo habitual en esta época y cuya tendencia es que siga aumentando hasta septiembre», según se desprende de las conclusiones del documento. También deja claro que «sigue dando síntomas claros de recuperación» y que «los cambios de turbidez pueden considerarse normales». De hecho, el consejero aseguró ayer que la transparencia del agua es el parámetro quizá «más afectado» por este aumento de la temperatura, mientras que otros como los niveles de clorofila, se mantienen estables y por debajo de los parámetros habituales de la serie histórica.

Javier Celdrán, consejero de Turismo, Cultura y Medio Ambiente: «Las medusas son tan molestas para los bañistas como buenas para el equilibrio del humedal»

Javier Gilabert, por su parte, cifró la reducción de las aportaciones de nitratos al Mar Menor en un 75% desde octubre hasta la actualidad, «con una entrada diaria de menos de una tonelada». Sin embargo, el informe revela que, «aunque han empezado a bajar las concentraciones de amonio y de nitrato, ambos se mantienen altos», y advierte de que, «es muy importante seguir atentos a la evolución de las entradas de agua dulce con cargas de nitratos y tomar medidas en la cuenca de drenaje. Estas entradas deben cortarse urgentemente». Además, el documento se aleja del optimismo y concluye que «la situación sigue siendo muy delicada, si no crítica», advierten los expertos.

Pero, ¿pueden las temperaturas extremas de estos días pasados 'teñir' otra vez de verde el Mar Menor? Tanto el consejero como el profesor de la UPCT confiaron ayer en que no se repetirá la situación del año pasado, en la que influyó el hecho de que no se renovara el agua de forma adecuada, lo que provocó la proliferación de fitoplancton. «Podemos decir con contundencia que las aguas son excelentes para el disfrute de bañistas, según indican los análisis de Sanidad, y que el Mar Menor sigue siendo un espacio único que supone un gran valor añadido para nuestra oferta turística», alardeó Celdrán.

Extremar la vigilancia
Pese a todo, Celdrán evitó también caer en el optimismo y anunció que, ante el incremento anormal de temperatura del Mar Menor, el Gobierno regional ha incrementado la vigilancia en el entorno del Mar Menor y la frecuencia de las mediciones, «de tal manera que podamos detectar de manera más ágil y eficaz cualquier variación que se pudiera producir de cualquier parámetro que se venían controlando de forma semanal», señaló el consejero. Asimismo, «vamos a extremar al máximo el control y vigilancia, con un dispositivo especial de agentes ambientales, en coordinación con la Delegación del Gobierno, para evitar cualquier entrada de agua no controlada en el entorno del Mar Menor y evitar la aportación de nutrientes».

El consejero también quiso señalar la intensificación de la campaña de concienciación y educación ambiental 'Naturalmente Mar Menor', con la que el Gobierno pretende recordar que la recuperación de la laguna salada «es cosa de todos». En este sentido, Celdrán solicitó «la colaboración ciudadana para que, a través de la app 'CONECTAmbiental Mar Menor', nos comuniquen cualquier problema para que podamos proceder de manera inmediata». Respecto a la proliferación de medusas en las playas, Celdrán dijo que «son tan buenas para la recuperación de la laguna como molestas para los bañistas», y recordó que la Consejería «colocó redes» para evitar que llegaran a las playas. «Hemos alertado a las cofradías de pescadores para que extremen el cuidado de estas redes» y así evitar 'invasiones' de pelágicos.

Por último, Celdrán recalcó que la posición del Gobierno es «hacer compatible la actividad agrícola y náutica con la sostenibilidad en el Mar Menor», frente a las enmiendas presentadas por la oposición al decreto de medidas urgentes para proteger la laguna salada, que también encontró ayer las críticas de la Unión de Pequeños Agricultores (UPA) por «hacer inviable la actividad agraria en el Campo de Cartagena».


FUENTE: La Verdad.

lunes, 7 de agosto de 2017

Un estudio afirma que los desastres climáticos causarán más de 150.000 muertes en Europa a partir del año 2100

Científicos del Centro Común de Investigación de la Comisión Europea ha realizado un estudio en el que afirma que los desastres climáticos podrán causar 152.000 muertes al año en 2100 en Europa frente a los 3.000 que se registran de media esta década.



El estudio analiza los desastres más peligrosos como olas de calor, olas de frío, incendios forestales, sequías, inundaciones y ventiscas. Los desastres climáticos pueden provocar 152.000 muertes al año en Europa entre 2071 y 2100, en lugar de las 3.000 anuales que se han registrado en las últimas décadas, según un estudio que publica hoy la revista "The Lancet Planetary Health".

Estiman que dos de cada tres personas que residan en Europa a finales de este siglo se verán afectadas por fenómenos de clima extremo, que azotarán sobre todo a los países del sur del continente.

Su peligro para la sociedad estará cada vez más ligado a los desastres que dependen de la meteorología", afirmó Giovanni Forzieri, autor principal del trabajo. "A no ser que el calentamiento global se reduzca de manera urgente y se tomen medidas adecuadas, unos 350 millones de europeos podrían estar expuesto a eventos climáticos extremos cada año a finales de siglo", sostuvo el científico.
El estudio analiza los posibles efectos futuros de los siete desastres más peligrosos relacionados con la climatología: olas de calor, olas de frío, incendios forestales, sequías, inundaciones y ventiscas, e indica que las olas de calor serán el fenómeno más letal, que podría causar hasta el 99% de las muertes. Ese tipo de eventos extremos han provocado unas 2.700 muertes al año en las últimas décadas, pero podrían ascender hasta 151.500 entre 2071 y 2100.


FUENTE: https://goo.gl/1yfFBy