martes, 30 de mayo de 2017

El cambio climático provoca que se duerma menos y peor

El cambio climático puede quitarnos el sueño y no sólo metafóricamente.
Las noches que son más calientes de lo normal pueden perjudicar el sueño humano, siendo los ancianos y las personas con menos ingresos las más afectadas, según muestran investigadores en el estudio. Utilizando las proyecciones climáticas de la NASA, para 2050 las temperaturas más cálidas podrían causar seis noches adicionales de sueño insuficiente por cada cien personas.

Para 2099 podría suponer aproximadamente catorce noches extra por cada cien. La ola de calor que azotó la costa oeste de EE UU en octubre de 2015 inspiró al investigador Nick Obradovich, director del estudio, a llevarlo a cabo. Con la ola, él mismo experimentó problemas para dormir y detectó que sus compañeros también parecían haber pasado por lo mismo. Publicado por Science Advances, es la mayor investigación hasta la fecha para encontrar una relación entre los informes de sueño insuficiente y las temperaturas inusualmente cálidas de la noche. "Otros investigadores han establecido bien que el sueño es un componente crítico de la salud humana. Dormir poco puede hacer a una persona más susceptible a enfermedades y patologías crónicas, y puede dañar el bienestar psicológico y el funcionamiento cognitivo", dice Obradovich. "Lo que nuestro estudio demuestra no es sólo que la temperatura ambiente puede desempeñar un papel en la interrupción del sueño sino también que el cambio climático podría empeorar la situación aumentando las tasas de pérdida del sueño", agrega Obradovich. Para 2050, las temperaturas podrían causar seis noches adicionales de sueño insuficientes por cada cien personas El estudio comenzó con datos de 765.000 residentes de Estados Unidos entre 2002 y 2011 que respondieron a una encuesta de salud pública. A continuación, se relacionaron los datos de las noches de sueño insuficiente de las que informaron los participantes con los datos diarios de temperatura de los Centros Nacionales de Información Ambiental. Por último, se combinaron los efectos de las temperaturas inusualmente cálidas en el sueño con las proyecciones del modelo climático. El principal hallazgo es que aumentos anómalos en la temperatura nocturna en 1ºC se traducen en tres noches de sueño insuficiente por cada cien individuos por mes. Es decir, si durante un mes tuviéramos temperaturas nocturnas que promediaran 1ºC más alto que lo normal, equivaldría a 9 millones de noches más de sueño insuficiente en un mes en toda la población de Estados Unidos, o 110 millones extra de noches de sueño insuficiente anualmente.


El efecto negativo de las noches más cálidas es más agudo en verano, según la investigación, con una tasa de casi tres veces más alto en verano que en cualquier otra temporada. El efecto tampoco se distribuye uniformemente entre todos los grupos demográficos. Aquellos cuyos ingresos son inferiores se ven tres veces más afectados que quienes están mejor económicamente, y los mayores de 65 años son los más afectados, el doble que los adultos más jóvenes. "Estados Unidos es relativamente templado y, en términos globales, muy próspero", afirma Obradovich. "No tenemos datos de sueño de todo el mundo, pero suponiendo que el patrón es similar, uno puede imaginar que en lugares que son más cálidos o más pobres o ambos, lo que encontraríamos podría ser aún peor", concluye.

Ver más en: https://goo.gl/j124EJ
FUENTE: 20minutos.es


lunes, 29 de mayo de 2017

El cambio climático inunda la Bóveda del fin del mundo, la reserva de semillas del Ártico

La construcción, abierta en 2008, alberga casi un millón de paquete de semillas que asegurarían a todo el mundo el suministro de comida ante cualquier catástrofe. A pesar de que se trata de todo un búnker, el calentamiento global ha hecho que entrara agua en él.

El cambio climático hace estragos en todo el mundo y muestra de ello es la inundación de la reserva de semillas del Ártico. Ubicada en el archipiélago noruego de Svalbard, esta construcción fue diseñada como almacén del mayor tesoro de la tierra, un lugar en el que proteger semillas que permitirían alimentar a toda la población si hubiera una gran catástrofe.

Imagen de la bóveda del fin del mundo

A pesar de estar muy próxima al mar, la conocida como Bóveda del fin del mundo se encuentra a unos 135 metros de altitud, en medio de un ambiente seco y aparentemente seguro para albergar los depósitos de semillas. Sin embargo, todas las precauciones han sido pocas y el agua ha acabado entrando en ella.

En Enviado Especial, Jalis de la Serna entrevistó a Asmund Asdal, el coordinador del depósito, que explicó cómo funciona: "Puedes ver cajas de todo el mundo, Etiopía, Alemania, India... en cada una de ella hay pequeños sobres con semillas". Asdal destacó que "nunca" abrían las cajas y que la mayoría son cultivos de los alimentos más demandados del planeta: trigo y arroz. En concreto, hay 150.000 variedades de tipos de arroz.

Ahora, desde las instalaciones, los responsables de la seguridad esperan que la inundación haya sido un hecho puntual y que no vuelva a repetirse. No obstante, han comenzado a tomar medidas para proteger el almacén y canalizar el agua que pueda entrar para que no haya ningún tipo de daño.

Puedes ver la noticia y varios vídeos a través del enlace https://goo.gl/sq7q6p

miércoles, 24 de mayo de 2017

Agricultura de conservación para mitigar el cambio climático en la Región de Murcia



La Comunidad podría enfrentarse a un aumento del riesgo por sequía y escasez de agua, dado su zona de clima Mediterráneo de Europa, si los efectos del calentamiento global no revierten.

La Región de Murcia podría enfrentarse a un aumento del riesgo por sequía y escasez de agua, dado su zona de clima Mediterráneo de Europa, si los efectos del cambio climático no revierten. Murcia presenta un riesgo de erosión del suelo, salinización o incluso desertificación alto.

Así se desprende del estudio 'Beneficios de la Agricultura de Conservación en un entorno de cambio climático', que ha presentado la Asociación Española de Agricultura de Conservación Suelos Vivos (AEAC.SV).

En dicho estudio se analiza el impacto positivo que la agricultura de conservación, técnica agrícola consistente en evitar el laboreo del suelo y en la preservación de una cubierta vegetal sobre la superficie del suelo, tiene para el medio ambiente y la agricultura en un entorno de cambio climático.



Según datos oficiales de Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente Murcia destina aproximadamente el 11% de su superficie agrícola a la práctica de agricultura de conservación, situándose este porcentaje en línea con la media española (11%).

La generalización de esta práctica agrícola, basada en la siembra directa, el mantenimiento del suelo con una cubierta protectora de forma permanente, así como la rotación y diversificación de cultivos puede llegar a compensar el 112% de las emisiones de CO2 en la agricultura española.

Este aspecto resulta especialmente relevante si se tiene en cuenta que el 9% de los Gases de Efecto Invernadero emitidos por la UE provienen de la agricultura.

Las regiones agrícolas mediterráneas se verán especialmente impactadas por el incremento de temperaturas y la disminución de lluvias, las cuales, se producirán cada vez más de forma torrencial.

Esto supone un riesgo para la superficie de suelo apta para cultivo, debido a las consecuencias que estos fenómenos conllevan en el incremento de la erosión y en la pérdida de calidad del suelo.

Dado que en la agricultura de conservación suprime el laboreo, se aplican ciertas herramientas que son necesarias para poder sembrar en condiciones apropiadas con la presencia de restos vegetales. Así, maquinaria como las sembradoras de siembra directa y sus accesorios, o productos fitosanitarios como el glifosato para controlar las malas hierbas y preparar el lecho de siembra, son esenciales.

A diferencia del modelo de agricultura convencional, que ha contribuido, entre otros aspectos, a que actualmente el 16% de la superficie europea se encuentre afectada por la erosión hídrica, según señala el informe, la agricultura de conservación contribuye al secuestro de carbono en el suelo al tiempo que favorece la biodiversidad en los ecosistemas agrarios.

Además, el mantenimiento de la cubierta vegetal sobre el suelo, característica propia de la agricultura de conservación, permite frenar la erosión del mismo, pudiendo llegar a verse reducidas las pérdidas del suelo hasta un 90%, dependiendo de la superficie cubierta.

En palabras de Jesús Gil Ribes, presidente de la AEAC.SV., "estos sistemas basados en la reducción de laboreo han llevado a un mayor secuestro del carbono en el suelo, necesario porque mejora su estructura, la fertilidad y la capacidad de almacenamiento del agua en el suelo, evitando la degradación del mismo, además de suponer un mecanismo para mitigar el cambio climático".

FUENTE: La Opinion de Murcia. https://goo.gl/efBel6