jueves, 29 de agosto de 2019

¿Cómo afectan los incendios de la Amazonia a los animales salvajes?

«En la Amazonia, nada está adaptado al fuego». Allí vive el diez por ciento de todas las especies de animales del planeta.



Las cotorras ventrirrojas son una de las 1500 especies de aves que habitan la selva amazónica. Mientras los fuegos provocan estragos a una escala sin precedentes, las consecuencias para la fauna silvestre podrían ser graves.

Aprende más sobre la importancia del Amazonas, un ecosistema forestal responsable del 20% del oxígeno del planeta y  hogar de más de la mitad de las especies terrestres de animales,  en el especial de NatGeo+ “Salvar el Amazonas”.

La selva amazónica —que alberga a una de cada diez especies de la Tierra— está ardiendo. La semana pasada, había 9000 incendios activos en la vasta selva brasileña y se estaban extendiendo a Bolivia, Paraguay y Perú. Los incendios, la mayoría provocados para despejar el terreno para la ganadería, la agricultura y la tala, se han visto agravados por la estación seca. Ahora arden en masa, un aumento de un 80 por ciento frente al año pasado según el Instituto Nacional de Investigación Espacial de Brasil (INPE, por sus siglas en portugués). Los incendios pueden verse desde el espacio.

Para las miles de especies de mamíferos, reptiles, anfibios y aves que habitan la Amazonia, las consecuencias de los incendios forestales vendrán en dos fases: una inmediata y otra a largo plazo.

«En la Amazonia, nada está adaptado al fuego», afirma William Magnusson, investigador especializado en supervisión de la biodiversidad en el Instituto Nacional de Investigaciones de la Amazonia (INPA, por sus siglas en portugués) en Manaos, Brasil.

En algunos bosques, los incendios son fundamentales para mantener la salud del ecosistema. Los animales están adaptados a ellos y muchos incluso dependen de ellos. Por ejemplo, el pico ártico (Picoides arcticus), autóctono del oeste de Norteamérica, solo anida en árboles quemados y consume los escarabajos que infestan la madera quemada.

Pero la Amazonia es distinta.

Según Magnusson, la selva alberga una abundancia y una diversidad tan únicas precisamente porque no arde. Aunque a veces se producen incendios de forma natural, suelen ser a pequeña escala y arden cerca del suelo. Además, la lluvia los extingue enseguida.

«Básicamente, el Amazonas no había ardido [así] en cientos de miles o millones de años», afirma Magnusson. No es como Australia, por ejemplo, donde los eucaliptos se mueren sin incendios regulares. En los últimos años, la selva amazónica se ha visto afectada por una cantidad creciente de incendios provocados por humanos que ponen en peligro el ecosistema. La selva no está preparada para el fuego.

¿Cómo afectan los incendios a los animales?

Es probable que estén pasando «una factura enorme a la fauna silvestre a corto plazo», afirma Mazeika Sullivan, profesor adjunto de la Facultad de Medio Ambiente y Recursos Naturales de la Universidad del Estado de Ohio, que ha hecho trabajo de campo en la Amazonia colombiana.

En general, Sullivan dice que, en medio de un incendio, los animales tienen pocas opciones. Explica que pueden intentar ocultarse bajo tierra o entrar en el agua. Pueden verse desplazados. O pueden morir. Según Sullivan, en esta situación muchos animales morirán por las propias llamas, el calor o la inhalación de humo.

El humo de los incendios forestales del Amazonas en una imagen por satélite de la NASA.

«Habrá ganadores y perdedores inmediatos», afirma Sullivan. «En un sistema que no está adaptado al fuego, habrá muchos más perdedores que en otros ecosistemas».

¿Es posible que a algunos animales les vaya mejor que a otros?

Algunos rasgos podrían resultar ventajosos en medio de un incendio. La movilidad natural ayuda. Sullivan afirma que los animales grandes que se desplazan deprisa, como los jaguares y los pumas, podrían ser capaces de huir, así como algunas aves. Pero los animales de movimiento lento, como los perezosos y los osos hormigueros, así como criaturas más pequeñas como ranas y lagartos, podrían morir al no poder salir de la trayectoria del fuego lo bastante rápido. «Si escapa hacia las copas, pero escoge el árbol equivocado», afirma Sullivan, es probable que ese animal muera.


¿Podría haber especies vulnerables que acaben estando más amenazadas o se extingan?
Cuesta saberlo. Magnusson explica que los incendios forestales de la Amazonia son completamente diferentes de los de Estados Unidos, Europa o Australia, donde sabemos mucho sobre la distribución de las estados Unidos. Carecemos de información suficiente sobre la distribución de la mayoría de los animales de la selva como para determinar qué especies están amenazadas.

Un tití oreja de Santarém en un bosque brasileño sano. Algunas especies de monos descubiertas recientemente viven en áreas muy pequeñas afectadas por los incendios actuales, lo que suscita preocupación por sus poblaciones.

Sin embargo, hay unas cuantas especies de especial preocupación.

El tití de Milton (Plecturocebus miltoni), un mono descubierto en 2011, solo se ha documentado en una parte de Brasil en el sur de la Amazonia que actualmente está asediada por el fuego. Según Carlos César Durigan, director de la Wildlife Conservation Society de Brasil, otro mono descubierto hace poco, el tamarino Saguinus fuscicollis mura, habita una pequeña área de la región central de Brasil también amenazada por los incendios. Durigan afirma que es posible que estas especies sean autóctonas de estas regiones específicas. «[Temo] que perdamos a muchas de estas especies endémicas».

¿Y los animales acuáticos?

La mayoría de las grandes masas de agua serán seguras a corto plazo. Pero los animales que viven en pequeños ríos y arroyos —que tienen mucha diversidad biológica— podrían estar en peligro. En arroyos más pequeños, «los incendios arden justo encima», afirma Sullivan. Los anfibios acuáticos, que necesitan permanecer parcialmente sobre el agua para respirar, podrían correr peligro. Sullivan sostiene que el fuego también podría modificar la composición química del agua hasta el punto de ser insostenible para la vida a corto plazo.

¿Cómo podrían afectar a las especies las consecuencias de los incendios?

Este es el segundo duro golpe. «Es probable que los efectos a más largo plazo sean más catastróficos», afirma Sullivan. El ecosistema entero de las secciones quemadas de la selva se verá alterado. Por ejemplo, las densas copas de los árboles de la selva amazónica bloquean la luz e impiden que llegue al suelo. El fuego abre las copas de un plumazo, dejando que entre la luz y cambiando el flujo de energía de todo el ecosistema. Según Sullivan, esto puede tener efectos en cascada en toda la cadena trófica.

A muchas especies les resultará difícil sobrevivir en un ecosistema cuyas bases se han visto modificadas. Muchos anfibios, por ejemplo, tienen una piel con texturas para camuflarse que se parecen a la corteza o a las hojas de un árbol, lo que les permite esconderse. «Ahora, de repente, las ranas se ven obligadas a confundirse con un fondo distinto», afirma Sullivan. «Quedan expuestas».

Y muchos animales de la Amazonia son especialistas: especies que han evolucionado y se han adaptado para prosperar en nichos ecológicos. Los tucanes, por ejemplo, consumen frutas a las que no pueden acceder otros animales y sus picos largos les ayudan a alcanzar hendiduras inaccesibles. Es probable que los incendios forestales que diezman la fruta de la que dependen ponga en crisis a la población local de tucanes. Los monos araña viven en lo alto de las copas de los árboles para evitar a la competencia de niveles inferiores. «¿Qué ocurre cuando pierdes las copas?», se pregunta Sullivan. «Se ven obligados a entrar en otras áreas con más competidores».

Sullivan afirma que es probable que los únicos «vencedores» en un bosque quemado sean las aves raptoras y otros depredadores, ya que los paisajes despejados podrían facilitar la caza.

¿Habrá otras consecuencias para los animales salvajes?

Magnusson está muy preocupada por las repercusiones generales de la pérdida forestal.

«Una vez se elimina el bosque, [se pierde] el 99 por ciento de todas las especies», afirma. No estaría tan preocupado si estos incendios fueran un hecho aislado, pero indica que se ha producido un cambio fundamental en la política de Brasil que «fomenta la deforestación». Se refiere al compromiso del presidente brasileño Jair Bolsonaro de abrir el Amazonas a los negocios. «La señal política que se ha transmitido es que, básicamente, ya no hay ley y todos pueden hacer lo que quieran».

Los conservacionistas y los ciudadanos preocupados han tomado las redes sociales y #PrayForAmazonas se convirtió en trending topic en Twitter el miércoles pasado. Muchos han criticado las políticas del gobierno de Bolsonaro. Otros han expresado su preocupación por que la demanda internacional de ternera incentive el desmonte acelerado de tierras para la ganadería. Los medioambientalistas también llaman la atención sobre las consecuencias que tendrá la quema del Amazonas —al que mucha gente denomina los «pulmones del planeta»— para el cambio climático. El jueves, #PrayForAmazonas impulsó un hashtag derivado: #ActForAmazonas.

Hay una zona de la frontera meridional de la selva amazónica, en los estados brasileños de Pará, Mato Grosso y Rondônia, conocida como el «arco de la deforestación», afirma Magnusson. Allí, los incendios forestales están empujando hacia el norte el límite de la selva, lo que posiblemente cambiará la frontera para siempre.

«Es [la región] de la que menos sabemos», afirma. «Quizá perdamos especies que ni siquiera sabíamos que existían».

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