La sequía y las olas de calor seguirán siendo las protagonistas en 2024 y es que sus consecuencias las notamos los humanos y también los animales, como las aves. Por culpa del cambio climático las migraciones se ven afectadas, llegan antes de tiempo y no tienen alimento. La Cumbre del Clima celebrada a finales de 2023 no arrojó claridad en torno a una cuerdo para luchar contra las consecuencias climáticas. Los deberes seguirán pendientes para este año que estrenamos: el modelo energético, la agenda económica, tienen que readaptarse. "El Gobierno debe poner tope al consumo energético y triplicar las energías renovables", afirma Fernando Valladares, profesor del CSIC y de Ecología en la Universidad Rey Juan Carlos.
Como ciudadanos hay que concienciarse a través de las acciones individuales como reciclar, comer menos carne, viajar más en avión, son pequeños gestos -dice el experto del CSIC- que pueden traer grandes cambios.
Sobre el calor y el agua: 2024 nos deja un marco poco optimista. Las olas de calor y de frío han aumentado desde 2022. Las predicciones hay que hacerlas con prudencia porque los sucesos climáticos de estos años han adelantado a la ciencia y es que el clima está cambiando.
Fuente: Cadena SER
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