El mar Mediterráneo está sorprendentemente cálido para ser junio. Según datos recientes, su temperatura superficial presenta anomalías de hasta 4ºC superior a lo normal para la época en algunos puntos de su parte más occidental, una diferencia significativa que los meteorólogos ya califican de preocupante. A estas fechas el mar ya muestra valores típicos de finales de julio, lo que confirma la tendencia de tropicalización que sufre esta región. Este escenario no solo afecta al clima, sino también a la salud marina, el turismo, la biodiversidad y la seguridad de las comunidades costeras. En algunos puntos, la temperatura superficial del agua del mar se encuentra 4-5ºC por encima de lo normal para la fecha. Estamos hablando de valores que alcanzan ya los 25-26ºC en las boyas de Dragonera, Valencia, Cabo de Palos, etc.. En agosto de 2024, se batió el récord histórico con 28,44 °C, y todo apunta a que este año no será muy distinto.
Este calentamiento no es un fenómeno puntual. Estudios recientes indican que los mares españoles se calientan un 70 % más rápido que la media mundial, un dato alarmante que explica el aumento de noches tropicales —con mínimas de hasta 28 °C como las registradas esta semana en algunas zonas del sur—, así como la presencia temprana de especies como la medusa Pelagia noctiluca, ya avistada en la Costa del Sol. Además, estas aguas cálidas alimentan la energía disponible para fenómenos extremos como DANAs, lluvias torrenciales y tormentas súbitas, cada vez más frecuentes e intensas.
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