El murciano Antonio Cánovas mira al cielo cada mañana del mes de
agosto para conocer qué tiempo hará en los próximos meses mediante un método
tradicional.
Hay muchos
factores determinantes que observar para predecir el tiempo que va a hacer a
largo plazo. En esto consisten las cabañuelas, según cuenta a 'La Verdad'
Antonio Cánovas, un murciano de 84 años que cada mañana mira al cielo para
seguir la antigua tradición rural que aprendió de sus abuelos.
El viento, las
nubes, la humedad, los animales y los insectos son instrumentos de predicción
meteorológica. Este método cuenta que según su comportamiento durante el mes de
agosto se puede ser capaz de predecir el tiempo que hará el resto del año, una
ciencia rural que pasa de generación en generación.
Las hormigas y abejas
también ayudan a pronosticar las lluvias al igual que las aves migratorias los
climas y las venidas de calor, como lo hacen las golondrinas a principio
de verano. Observar las mañanas de agosto es una tradición que este 'cabañuelo'
quiere que conozcan las generaciones venideras y que no se eche a perder,
por eso le cuenta a su nieto los trucos para saber hacerlo bien, tal y como se
los contaba su abuelo. Y es que opina que «ahora ya nadie habla de las
cabañuelas» y que «los tiempos han cambiado y es más dificil predecir». Antonio
Cánovas explica que en este método «tienes que observar el tiempo que hace
durante las mañanas del mes de agosto, los primeros doce días representan
los siguientes doce meses» y del día 12 al 24 de agosto se contemplan las
'cabañuelas de retorno' que junto a los datos recogidos en las primeras
semanas consolidan las predicciones. Por lo que 'agosto le va contando' puede
adelantar que los siguientes meses serán algo inestables; septiembre, enero
y febrero con gran posibilidad de lluvia, y octubre, noviembre y diciembre
con pocas probabilidades. Pero antes de asegurarlo necesita esperar al 24
de agosto para determinar mejor su pronóstico.
FUENTE:
La Verdad.es http://nubr.co/cpKINL
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